

Poema de Elías David
Quizás también el día siguiente Qué bueno que no amas como yo. Que no vistes tus caricias con el lugar común del hambre y la
Quizás también el día siguiente Qué bueno que no amas como yo. Que no vistes tus caricias con el lugar común del hambre y la
Pantano Una geometría absurda allí donde el viento norte apila fogatas, campanarios, pizarniks, y un alebrije estéril que habita el pantano tierno de
uñas pintadas La muerte llega a su pawn shop con uñas pintadas de mierda más larga en el dedo meñique para rascarse el oído
Tordo bajo lluvia La lluvia, la demasiada lluvia hace aletear las ramas donde los nidos resguardan su propósito de aire. El ave apenas abre los
Apertura Un checo se gana la eternidad con su teclado seteando el futuro como sentadito en Ocean Drive. Los ojos a un cielo sin nubes,
Codo a codo Un soldado griego despierta de un coma y traga sangre seca. Pide un hotdog pero le devuelven silencio y el
Los breves lapsos Me llamo memoria, sí, tu memoria y no te pertenezco. Aunque en ti habito, soy de las cosas, los aromas, soy del
Grillo Largo el tobillo bajo un anca gruesa de rana, el grillo es sin embargo pollo con pasión vana por el salto. En su
Barista de mis cojones, cuervos zombies al mando de un bus a contramano, hit me with your best shot. Solo si le atinas a
Asocio el blanco de la nieve con el recuerdo de aquella isla y de la abuela abriendo el congelador del General Electric Modelo 1958 clavando