Los breves lapsos
Me llamo memoria, sí, tu memoria
y no te pertenezco. Aunque en ti
habito, soy de las cosas, los aromas,
soy del tiempo rápido y fugaz con que recuerdas
emociones.
Lo que en el horno olvidaste y se quemaba
a causa del olvido, el humo en tus pulmones
evocando otros fuegos, quizá los de algún patio
con amigos de ese entonces, rupturas
en el tiempo
que te hacen (te hago)
revivir los breves lapsos.
¿Qué serías sin esas cosas tan particularmente
generales? las costuras de un balón cualquiera
entre tus manos son de pronto un partido
perdido,
ganado
y sus reacciones luego para siempre.
Un día en la playa son todas las visitas a ese mar,
la arena de la infancia, los juguetes construyendo
castillos
y luego
la marea
que subía por la tarde
con ella
de la mano. Ya en casa su cabello olía
a brisa todavía.
Puedo seguir, lo sabes, a mi antojo,
trayendo a tu presente más instantes,
todo es sueño, ¿qué vivieras al momento
si tus sentidos yo no toco? No,
no te pertenezco pero estoy hecha de ti
aunque casi no me reconozcas y no
siempre puedas reconocerte a ti mismo
desde mí.
Elías David