
Una idea luminosa
Está uno tan tranquilo, haciendo como que no piensa en nada porque en ese momento, todo lo que se pudiera pensar se podría pensar más
Está uno tan tranquilo, haciendo como que no piensa en nada porque en ese momento, todo lo que se pudiera pensar se podría pensar más
Parece ser que sí. Nunca fue fácil pero en estos últimos años se está complicando un poco… Mientras que para algunos vivir no es
Matías Ñu tiene los ojos rojos. El miedo le mantiene sujeto a la lámpara que cuelga del techo del salón, en su pequeño estudio de
Dos bocanadas de silencio podrían contener más proximidad, más lenguaje, que una hipercomunicación. Byung-Chul Han La era digital ha llevado a una
Como el viento, como la pluma que se mece en el aire, como un soplo, un soplo bello del agrado del otro. Sólo así me
Ocurre, cuando el agua se mueve. Cuando la cucharilla de un café humeante da vueltas en la taza alrededor de la duda, el apacible río
El niño pasea con su madre por la orilla del mar. Últimamente van muchas veces a la playa, y a él le gusta pisar la
La mirada perdida en un halo de nostalgia, los labios sin articular palabra, lo decían todo, y es que la sencillez de su rostro irradiaba
Recientemente se ha presentado en el Ateneo de Málaga, (España), el poemario de Magdalena Martín Rodríguez, que he tenido el placer de ilustrar, “Las Figuras
Con la furia de una tormenta se desatan las olas bravías de un mar que antes fue calma en un día de luz; en un
Está uno tan tranquilo, haciendo como que no piensa en nada porque en ese momento, todo lo que se pudiera pensar se podría pensar más
Parece ser que sí. Nunca fue fácil pero en estos últimos años se está complicando un poco… Mientras que para algunos vivir no es
Matías Ñu tiene los ojos rojos. El miedo le mantiene sujeto a la lámpara que cuelga del techo del salón, en su pequeño estudio de
Dos bocanadas de silencio podrían contener más proximidad, más lenguaje, que una hipercomunicación. Byung-Chul Han La era digital ha llevado a una
Como el viento, como la pluma que se mece en el aire, como un soplo, un soplo bello del agrado del otro. Sólo así me
Ocurre, cuando el agua se mueve. Cuando la cucharilla de un café humeante da vueltas en la taza alrededor de la duda, el apacible río
El niño pasea con su madre por la orilla del mar. Últimamente van muchas veces a la playa, y a él le gusta pisar la
La mirada perdida en un halo de nostalgia, los labios sin articular palabra, lo decían todo, y es que la sencillez de su rostro irradiaba
Recientemente se ha presentado en el Ateneo de Málaga, (España), el poemario de Magdalena Martín Rodríguez, que he tenido el placer de ilustrar, “Las Figuras
Con la furia de una tormenta se desatan las olas bravías de un mar que antes fue calma en un día de luz; en un