

Poesía
Subo al auto y cargo las mochilas de mis hijos. Ellos se acomodan en los asientos. En el recorrido pasan por la ventanilla los peatones
Subo al auto y cargo las mochilas de mis hijos. Ellos se acomodan en los asientos. En el recorrido pasan por la ventanilla los peatones
Sólo tenía un techo de chapa, unas paredes de madera y unas puertas de ausencia. La cortina de mi puerta era una colcha vieja. Me
Estamos de mudanza. Los muchachos sudorosos trasladan cajas y cajas con miles de libros. Durante cuatro horas que son gotas de nostalgia los muchachos acomodan
Macedonio está sentado frente a la ventana. Vive, desde hace unas horas, en una nueva pensión. En la habitación del pasado, ha dejado olvidado el
Salimos al patio y las sombras nocturnas pueblan el pasillo de entrada. Una brisa leve, tierna, mece los árboles del amplio jardín hospitalario. Cerca, muy
La familia de Astor cena en una calle de Manhattan. Están todos: el matrimonio y los dos hijos. Suena el teléfono. Atiende Dedée, la esposa.
A Renán Darío Arango Como un Tolstoi colombiano, con su melena blanca tocada por el viento, Renán Darío Arango nos espera en la esquina de
La lluvia crece como el peso de las valijas. El taxista es amable y silencioso. A veces dice algunas palabras en un inglés de exportación.
Tengo frente a mí la cara de un hombre al que no veo desde hace diez hace años. No sonríe ni llora. Solo acumula arrugas.
a Pedro Medina León, Gastón Virkel, Camilo Pino y Hernán Vera Álvarez En la esquina del hotel Deauville, en la Collins Avenue, hay una farmacia