
El escritor compulsivo
A Daniel Dessein El polifacético periodista holandés sirve una copa de vino. En el living, murmuran dos mujeres elegantes, el alto periodista polifacético y un alemán
A Daniel Dessein El polifacético periodista holandés sirve una copa de vino. En el living, murmuran dos mujeres elegantes, el alto periodista polifacético y un alemán
Robi Santucho y Sayo, su pareja, visitan al profesor Ely en su residencia de Princeton, Nueva Jersey. El profesor está casado con una excéntrica rubia
Después de su casamiento, se fueron de viaje a Brasil. En una librería de la ciudad, consiguió un ejemplar bilingüe de La alegría, de Giuseppe
El viejo Hasper estaba tirado en la silla y fumaba un Chesterfield seco, corto, y largaba las olas de humo blanco en la noche estrellada.
Está parado frente al soldado de la compañía francesa. Le ofrece los documentos y pide, sin ganas, la visa. El soldado ignoto lo mira. No
A Manuel Martínez Forega e Inés Ramón Habían dicho lluvia y era cierto aunque el cielo casi límpido anunciaba una tarde fresca y con el
Trabajo en una oficina del gobierno. Es una oficina menor en el despacho principal. Todas las mañanas me cruzo con Antonio, un hombrecito flaco y
a Holmfrídur Gardarsdóttir El cielo negro tapa las nubes y el infinito. Un cúmulo de luces dispersas se empujan en la negrura. Es
A Daniel Dessein El polifacético periodista holandés sirve una copa de vino. En el living, murmuran dos mujeres elegantes, el alto periodista polifacético y un alemán
Robi Santucho y Sayo, su pareja, visitan al profesor Ely en su residencia de Princeton, Nueva Jersey. El profesor está casado con una excéntrica rubia
Después de su casamiento, se fueron de viaje a Brasil. En una librería de la ciudad, consiguió un ejemplar bilingüe de La alegría, de Giuseppe
El viejo Hasper estaba tirado en la silla y fumaba un Chesterfield seco, corto, y largaba las olas de humo blanco en la noche estrellada.
Está parado frente al soldado de la compañía francesa. Le ofrece los documentos y pide, sin ganas, la visa. El soldado ignoto lo mira. No
A Manuel Martínez Forega e Inés Ramón Habían dicho lluvia y era cierto aunque el cielo casi límpido anunciaba una tarde fresca y con el
Trabajo en una oficina del gobierno. Es una oficina menor en el despacho principal. Todas las mañanas me cruzo con Antonio, un hombrecito flaco y
a Holmfrídur Gardarsdóttir El cielo negro tapa las nubes y el infinito. Un cúmulo de luces dispersas se empujan en la negrura. Es