
La ficción, Don Quijote y los 50 años
La relectura de la obra de Cervantes ofrece no pocas sorpresas y hallazgos. Entre ellos está ese episodio extraordinario y utópico relacionado con el
La relectura de la obra de Cervantes ofrece no pocas sorpresas y hallazgos. Entre ellos está ese episodio extraordinario y utópico relacionado con el
Su papá murió de día, con los pájaros rondando en el techo, con la silueta iridiscente de los faroles de la esquina. Mamá esperaba
Aarón me cuenta que al trasladarse a Jerusalén con su familia debió empezar de nuevo. Estudió para ser guía turístico. Cuando llegó el examen final
A Alejandro y Mora Cómo apagar el fuego oscuro, cómo encender la lluvia nítida de la esperanza, me pregunto frente al Ibirá Pitá ubicado
Los peces no están. Han sido absorbidos por el viento. Un calor crudo e insomne maneja los pasos y los corazones. Por
En el avión, a mi lado, dos personas llevan una mascarilla con una leyenda católica. Se sientan y se presentan. Ella es Lucrecia y
El nazi Alfred Rosenberg deja constancia en su diario de una lectura de Rilke: «Esta mañana he recogido la Carta desde Muzot de Rilke.
En La Jolla, pequeña ciudad costera, hay lujosos apartamentos y una calle principal plagada de negocios ostentosos: una especie de Punta del Este norteamericana.
La relectura de la obra de Cervantes ofrece no pocas sorpresas y hallazgos. Entre ellos está ese episodio extraordinario y utópico relacionado con el
Su papá murió de día, con los pájaros rondando en el techo, con la silueta iridiscente de los faroles de la esquina. Mamá esperaba
Aarón me cuenta que al trasladarse a Jerusalén con su familia debió empezar de nuevo. Estudió para ser guía turístico. Cuando llegó el examen final
A Alejandro y Mora Cómo apagar el fuego oscuro, cómo encender la lluvia nítida de la esperanza, me pregunto frente al Ibirá Pitá ubicado
Los peces no están. Han sido absorbidos por el viento. Un calor crudo e insomne maneja los pasos y los corazones. Por
En el avión, a mi lado, dos personas llevan una mascarilla con una leyenda católica. Se sientan y se presentan. Ella es Lucrecia y
El nazi Alfred Rosenberg deja constancia en su diario de una lectura de Rilke: «Esta mañana he recogido la Carta desde Muzot de Rilke.
En La Jolla, pequeña ciudad costera, hay lujosos apartamentos y una calle principal plagada de negocios ostentosos: una especie de Punta del Este norteamericana.