“Isaac Goldemberg y el sueño de la muerte”
Oswaldo Estrada
13 diciembre, 2023
Tarde o temprano, a todos nos llega la hora de pensar en la muerte. Porque la vemos aproximarse lenta o con paso marcial a nuestras
Tarde o temprano, a todos nos llega la hora de pensar en la muerte. Porque la vemos aproximarse lenta o con paso marcial a nuestras
Muchos somos los hombres, las mujeres y los niños que salimos del Perú debido a la violencia de los ochenta y principios de los noventa.
Los que venimos de otra parte siempre llevamos a cuestas algo del mundo que dejamos atrás. La casa, el barrio, la música que no olvidaremos
Desde hace años Cecilia Eudave ha sabido internar a sus lectores en un mundo raro, con personajes que crean su propia realidad, en una serie
Los poemas de Román Luján (Monclova, Coahuila, 1975) siempre dejan huella, tienen una voz particular. Están hechos de cadencias cotidianas que sorprenden en el momento
Es todo tan inmenso que no cabe en el llanto y el dolor nos observa desde fuera. –Fernando Valverde Son muchos días de estar así,
Llora, llora corazón, llora si tienes por qué… Increíble verlo así, plumoso y derrotado, sin ganas de insistir en su inocencia. Después de haber
Tarde o temprano, a todos nos llega la hora de pensar en la muerte. Porque la vemos aproximarse lenta o con paso marcial a nuestras
Muchos somos los hombres, las mujeres y los niños que salimos del Perú debido a la violencia de los ochenta y principios de los noventa.
Los que venimos de otra parte siempre llevamos a cuestas algo del mundo que dejamos atrás. La casa, el barrio, la música que no olvidaremos
Desde hace años Cecilia Eudave ha sabido internar a sus lectores en un mundo raro, con personajes que crean su propia realidad, en una serie
Los poemas de Román Luján (Monclova, Coahuila, 1975) siempre dejan huella, tienen una voz particular. Están hechos de cadencias cotidianas que sorprenden en el momento
Es todo tan inmenso que no cabe en el llanto y el dolor nos observa desde fuera. –Fernando Valverde Son muchos días de estar así,
Llora, llora corazón, llora si tienes por qué… Increíble verlo así, plumoso y derrotado, sin ganas de insistir en su inocencia. Después de haber
