

El triángulo de las Bermudas
En medio del cruce de calles se paró un dingo callejero, todo amarillo, de tres mil razas de sangre, con la cabeza cuadrada y el
En medio del cruce de calles se paró un dingo callejero, todo amarillo, de tres mil razas de sangre, con la cabeza cuadrada y el
Ronald llegó con un ejército de plastilina. Se plantó en medio del patio, el parecido al de la facultad de sicología, y se puso a
El buldózer descansaba enterrado hasta el nivel del asiento en la fosa que había abierto su propio peso en la acera del malecón. La
Camilo Pino se sentó frente a mí. Solo conocía su cáscara, un tipo divertido que se parecía sospechosamente a mí en algunas cosas en las
Me dijeron que cuando fuera un hombre mis actos serían más conexos que las dudas se irían y una mansa paz llenaría mi cabeza
En las tardes de ocio, Alicia prefiere sentarse en la terraza del apartamento de Valentín a esperar la noche. Calienta un poco del café en
En algún momento joven de mi vida se estableció en mi mente la idea de que yo era especial, que inventaría algo que cambiaría el
Estaba esperando por ella en un café del suroeste un día de marzo cuando la verdad me golpeó la cabeza como una pedrada. Mi vida
El día había acabado mal. Ahora estaba quieto, bien acurrucado debajo de la colcha, no de frío sino de miedo, miedo a que entrara Madre
…me senté a esperarlos en medio de la noche, acuclillado sobre los restos humeantes de las muñecas de Candice. Nunca había estado afuera tan tarde,