
¿Cuánta lluvia has visto caer?
Creedence Clearwater Revival, a través de ese gran letrista que es John Fogerty, nos preguntó si “alguna vez habíamos visto la lluvia caer en un
Creedence Clearwater Revival, a través de ese gran letrista que es John Fogerty, nos preguntó si “alguna vez habíamos visto la lluvia caer en un
Fotografías cortesía de la revista Opción.
El collar del caníbal ahora se llama Underground Cuando escuché por primera vez a Tom Petty yo tenía siete años y la casa estaba
La estrella de rock deja la guitarra apoyada entre el suelo y la pared, formando un triángulo en el que se crea una sombra del
Una noche de junio, en pleno invierno, me hallaba visitando el centro cultural Arena y Esteras en el distrito de Villa El Salvador en Lima.
Entrevista con Isabel Cea de ‘Triangulo de Amor Bizarro’ ¡Somos gallegos y estamos enojados!, fue lo que gruñó al micrófono Isabel Cea, bajista y
Siento como me hundo, despacio, sabrosamente, me elevo en el precipicio, me despeño, me despingo hacia mi sabiduría con una mueca bruta. Y, qué putada,
El hombre fuma con ansiedad, con el ceño muy fruncido, agobiado por el sol incisivo que hace más fastidiosa la fila. Tras aplastar la colilla
Creedence Clearwater Revival, a través de ese gran letrista que es John Fogerty, nos preguntó si “alguna vez habíamos visto la lluvia caer en un
Fotografías cortesía de la revista Opción.
El collar del caníbal ahora se llama Underground Cuando escuché por primera vez a Tom Petty yo tenía siete años y la casa estaba
La estrella de rock deja la guitarra apoyada entre el suelo y la pared, formando un triángulo en el que se crea una sombra del
Una noche de junio, en pleno invierno, me hallaba visitando el centro cultural Arena y Esteras en el distrito de Villa El Salvador en Lima.
Entrevista con Isabel Cea de ‘Triangulo de Amor Bizarro’ ¡Somos gallegos y estamos enojados!, fue lo que gruñó al micrófono Isabel Cea, bajista y
Siento como me hundo, despacio, sabrosamente, me elevo en el precipicio, me despeño, me despingo hacia mi sabiduría con una mueca bruta. Y, qué putada,
El hombre fuma con ansiedad, con el ceño muy fruncido, agobiado por el sol incisivo que hace más fastidiosa la fila. Tras aplastar la colilla