¿Te acuerdas en qué momento exacto escuchaste la canción Yellow de los Coldplay? ¿Cuántos años tenías? ¿Cómo te veías? ¿Estabas en el colegio o recién empezando la universidad? y ¿qué recuerdos te trae esa canción cuando la escuchas ahora? El tiempo ha pasado, ya no eres el mismo, tú has cambiado y muchas personas han entrado y salido de tu vida. Recordarás algunas, otras ni siquiera recordarás su cara hasta que te cruces con ellas en el cine y te saluden como si te conocieran de toda la vida.
Richard Linklater de nuevo nos sorprende con una película en la que el tiempo es un personaje más en la historia, esta vez no tenemos una historia de amor como eje principal, esta vez tenemos el viaje de un niño hacia la adultez. Con “Boyhood” Richard Linklater nos muestra la vida de un niño (Mason) a lo largo de 12 años encarnado por el niño y ahora adulto Ellar Coltrane que al igual que Mason crece y cambia durante los 12 años de grabación de la película.
Muchos libros de autoayuda, filosofías universales e incluso en Facebook se preguntan “¿Qué es la vida?”, con “Boyhood”, la vida es el paso del tiempo, las huellas dejadas y las no dejadas, los pequeños dramas de cada edad, las lecciones aprendidas. En “Boyhood” te das cuenta que el tiempo cura heridas y genera reconciliaciones tácitas, sutiles; deja lecciones silenciosamente aprendidas y aceptadas en el silencio de tu habitación, trae coincidencias que te sorprenden un día cualquiera, un lunes cualquiera, un momento cualquiera, que harán que tu cerebro reviente y te digas a ti mismo “¡¡¡Cómo pasa el tiempo!!”. “Boyhood” te muestra, en la historia de un niño, la sabiduría que trae el paso del tiempo.
Lo particular de “Boyhood” es que no se concentra en los sentimientos o emociones de los personajes, no desarrolla ni va más allá del o los drama(s) que aparece(n) en la historia de Mason, la mano del tiempo te los muestra para luego seguir adelante como pasa en la vida real.
Como toda vida, como toda historia es inevitable que se encuentre acompañada por un soundtrack sutilmente elegido por aquellos momentos que marcaron tu crecimiento o tu historia. Una canción de la época, la canción de la radio que coincidentemente te acompañó en el preciso instante en que tu historia cambiaba o un suceso que sabías que recordarías por el resto de tu vida. En “Boyhood” el soundtrack es como Mason: ese niño de seis años que se convierte en adulto, la música crece y cambia tan igual que él.
Yellow –Coldplay:
Buen inicio de la película, con “Yellow” una canción nostálgica por esencia, marca el inicio de la historia de Mason y nos regresa al inicio de la nuestra. ¿Quién no se conmovió cuando escuchó por primera vez esta canción?.
httpv://www.youtube.com/watch?v=yKNxeF4KMsY
Hero –Family of the year:
La escena que acompaña esta canción complementa perfectamente esta canción y describe el tránsito de Mason, el inicio de su viaje ya como adulto, una nueva aventura.
httpv://www.youtube.com/watch?v=1r-XxC0mba8&list=RD1r-XxC0mba8#t=6
Deep Blue – Arcade Fire:
La canción de cierre perfecta. Pareciera que fuera una declaración de Mason que dice “here in my own skin I can finally begin”. Precisa para el final de la película y con ese final abierto característico de las películas de Robert Linklater.
httpv://www.youtube.com/watch?v=Cb0U9khXcLQ
Mason tuvo un soundtrack que lo acompañó en su historia. Yo tengo la mía que se mantiene presente y en construcción. ¿Y tú? ¿cuál es el soundtrack de tu vida?