Lo dejaron cerca del hoyo bajo la lluvia
donde el agua solo lava las suturas
de cuyas vértebras se van fracturando
lo dejaron como a una cicatriz
dentro de la carne
como el detenimiento de las uñas
de un muerto
sin lo próximo por ver
lo dejaron en el hábito de la tierra abandonada
lo llevaron a un lugar para corroerse
algo parecido al resultado de dos árboles
cuando arden
lo juntaron junto a miles de desaparecidos
sin escuchar el empuño de la daga
-sin vida- como una nueva forma de nacer
algo con lo que arruinarlo
a la intemperie
donde los animales se mueven
silenciosamente
lo dejaron quieto en ese resplandor
sin flores amarillas
sin fiebre que sudar
algo marchito-sin luna-
como una rata en descomposición
como un recién llegado al barrio
donde nadie lo buscó -excepto los perros-
en su vieja costumbre
de querer fertilizar el suelo.
Este poema pertenece a un cuaderno inédito.