Hace tres años, cuando mi amiga Marlene Moleón, fundadora de Eriginal Books, me comentaba sobre la publicación digital, yo todavía no estaba lista para dar el paso. Me horrorizaba la posibilidad de publicar un eBook y que nadie se enterase de su existencia. Mi experiencia con los editores tradicionales me decía que éstos no tocarían una obra ya publicada, aunque fuera sólo en versión digital y aunque hubiera vendido sólo tres ejemplares. Sobre todo si sólo había vendido tres ejemplares. En ese caso estaría echando por la borda el esfuerzo de años de trabajo, cosa que no me parecía justa. Ni para el libro en cuestión ni para mí.
Más tarde me vi obligada a modificar mis ideas. A esto contribuyó la experiencia de autores que han tenido un éxito formidable con sus libros electrónicos publicados en Amazon, como Blanca Miosi, Mercedes Pinto Maldonado y Rafael Costa, que, según informa Moleón en su blog, ha firmado un contrato con una de las más grandes editoriales de España para llevar su novela La interpretadora de sueños a las librerías, después que la obra estuviera varias veces entre los cien libros más vendidos de Amazon España.
Por su parte, Moleón publicó en 2013 Bestsellers 2.0, Historias de éxito en Amazon, un volumen en el que, nos aclara, no se encuentra “la fórmula mágica para convertir tu libro en un bestseller,” sino recomendaciones valiosas para los interesados en explorar las oportunidades del nuevo mundo de la publicación digital, donde se comparten experiencias de varios autores exitosos.
Al llegar a este punto me sentía ya dispuesta para, al menos, comenzar a explorar.
Ofrecer gratis para vender después
Como aún no me atrevía a lanzar un manuscrito inédito a las aguas tormentosas del ciberespacio, me decidí por un término medio. Empecé mi aventura kindlelesca con una colección de artículos que habían aparecido en el periódico Taos News, para el que escribo dos columnas semanales. El libro, A Brief Guide to Taos, no se movió durante mucho tiempo, lo que me hizo felicitarme por no haberle confiado a Amazon nada más sustancioso —también a los paranoicos nos persiguen, ¿verdad?
Así las cosas, cuando Moleón sugirió que lo ofreciera gratis en una promoción de cinco días pensé que no tenía nada que perder. Para mi sorpresa, dos días después haber terminado la promoción, el libro comenzó a venderse. Vamos, no fue nada del otro miércoles (calculo que el producto de las ventas sólo me alcanzará para cenar en uno de los restaurantes reseñados, y gracias) pero sí resultó revelador sobre el comportamiento del mercado electrónico. El hecho de ofrecer el libro gratis permitió que un número considerable de lectores lo bajara y esto, a su vez, contribuyó a auparlo en las listas de Amazon: si alguien buscaba una guía de Taos, una de las primeras opciones que le aparecía en pantalla era la mía.
La Regenta en Kindle
Este modestísimo éxito me animó a intentar otra aventura digital con La Regenta en La Habana, una novela que había salido en 2013 con la editorial Edebé en España y sobre la que conservaba los derechos electrónicos. Revisé el libro, hice algunos cambios sin importancia a la edición original y encargué una portada a Ernesto Valdez —antes, otro Ernesto muy querido, González, aka Maurice Sparks, le había hecho un tráiler. Y con la ayuda inestimable de Marlene Moleón, mi hada madrina en estos bretes cibernéticos, subí la Regenta habanera a Amazon.
Uno de los consejos que se repiten como un mantra a los autores independientes es promocionar, promocionar, promocionar. Hay que hacer ruido, hay que lograr que el público lector (y no sólo tus amistades y familia) sepa que el libro existe. Mi estrategia de marketing, si se me permite darle un nombre tan rimbombante a mis tímidos esfuerzos por correr la voz, incluyó la creación de una página de Facebook dedicada al libro, además de usar mi página personal en esta red y en LinkedIn, de abrir una cuenta en Twitter y de anunciar la publicación de la novela en mis blogs.
A los pocos días decidí usar la misma estrategia que tan buen resultado me había dado con A Brief Guide to Taos. De nuevo salió bien; más de cien personas (la mayoría, justo es decirlos, amigos y conocidos que se encontraban en mi lista de emails, a quienes avisé por este medio) bajaron el libro. Sin embargo, recibí la sorpresa de un par de reseñas elogiosas que no eran de amistades. Durante mi visita a la feria del Libro de Tijuana hablé sobre este libro y, como la promoción todavía duraba, animé a quienes asistieron a mi presentación a bajarlo gratis.
Continúan los experimentos
Una de las ventajas de publicar en línea es que le permite al autor jugar con el precio, cambiar el contenido del libro, la portada e incluso modificar el título. Y para mí, había llegado la hora de los experimentos.
Me habían asegurado que las novelas románticas se vendían bien. La protagonista de mi Regenta es una profesora universitaria que enseña la obra de Clarín y se enamora de un estudiante veinte años más joven que ella. Aunque nunca me había pasado por la mente considerarla una “novela de amor,” pensé que tampoco sería estirar demasiado la cuerda si la ponía en esa categoría. Le cambié el subtítulo de Aventuras de una cougar literata a El romance de una cougar literata. La palabra romance debe contener algún tipo de talismán semántico oculto entre sus siete letras porque tuve cinco ventas seguidas en menos de dos horas.
He seguido promocionando el libro y probando estrategias nuevas, como ofrecérselo a blogueros que interesados en reseñarlo en sus espacios.
Conclusión
Puesto que sólo he trabajado con Amazon no puedo hablar de otras editoriales similares, al menos no por experiencia propia. Sin embargo, aprovecho para decir que el sello Suburbano Ediciones ha publicado más de 50 eBooks.
“Como tienda, alojamos editoriales independientes pequeñas—tenemos once,” dice su director, Pedro Medina.
En el momento en que escribo estas líneas, mi cougar literata se encuentra en el lugar 62 de libros vendidos en Amazon.com, en las categorías “Literature & Fiction > United States > Hispanic American.”
No estoy segura de lo que significa esto, aunque supongo que es mejor estar en el lugar 62 que en el 200, pongamos por caso. Tampoco vivo convencida de que la edición digital por cuenta propia sea la solución ideal para todo autor, ni para todo tipo de manuscrito. Pero es, sin dudas, una opción que merece explorarse. Es una puerta que se nos ha abierto y lo menos que podemos hacer es asomarnos, aunque sea a curiosear.
Quisiera terminar con una cita de Bestsellers 2.0:
“Si escribes porque no puedes dejar de hacerlo, si escribes porque disfrutas escribir, si escribes para vivir y no para vivir de la escritura, entonces continúa con esta aventura.”