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Fin de fiestas de J.S de Montfort : acerca de cómo hacerse adulto sin morir en el intento

El escritor español J.S de Montfort (Castellón, 1977) acaba de publicar Fin de fiestas, una serie de relatos breves reunidos en tres grandes partes (“otoño/invierno”, “primavera/verano” y “el largo otoño”). Si bien se trata de su primera publicación, J.S de Montfort es ya bastante conocido como crítico literario y articulista periodístico. De hecho, cuando llegué a sus textos lo descubrí antes que nada como comentarista de ficciones contemporáneas, las cuales interroga con sensibilidad e inteligencia. Por eso, no me sorprendió enterarme de que también escribía ficción, aunque a la vez me dio curiosidad conocer cómo tomaba forma su propuesta literaria. Ahora que acabo de terminar Fin de fiestas, publicado por Suburbano Ediciones, debo decir que la experiencia no solamente ha sido buena sino que también me ha permitido descubrir a un autor de primer nivel.

Lo primero que llama la atención es la armonía que trasciende el conjunto, como si, sin perder la unidad que le es inherente a cada uno de los textos, éstos articularan un sentido global. Siguiendo una evolución marcada por las estaciones, los relatos narran circunstancias en la vida de una comunidad valenciana. La perspectiva escogida es la de los jóvenes que ya dejaron de ser adolescentes pero que todavía no llegan a ser del todo adultos, ya sea por la edad o, tal y como ocurre a menudo, por el deseo de atrincherarse en la juventud, como si ésta fuese el último reducto de lo que en verdad importara en la vida. Los personajes de Fin de fiestas son hombres que se encuentran obligados a crecer en un mundo adulto, con hijos, trabajos, relaciones sociales, parejas que sucumbieron a cierta monotonía, cuando no hastío. Aquellos asomos de ocupaciones alternativas, como la música rock, los encuentros entre amigos, las primeras borracheras y amores, que en algún momento pudieron entregar a sus vidas algo parecido a la vitalidad, terminan convertidos en recuerdos a los cuales uno acude cuando quiere evadirse del presente.

En cada una de las páginas emerge, de un modo o de otro, algo parecido a la nostalgia. Digo algo parecido porque el dolor del pasado nunca termina de cuajar, antes bien el lector tiene la sensación de que los personajes no harán nada por recuperar ese pasado que tanto parecen extrañar. Recuerdo, por ejemplo, el relato La Tremenda Crew (Re)United en el que el protagonista busca organizar una fiesta para poder reunirse con quienes formaron con él la banda de rockeros del barrio. Lamentablemente, para él, esto sería imposible puesto que la familia y otras obligaciones le impedirán, cómo no, darle forma a su sueño. También, hay que decirlo, la impotencia para hacer calzar presente con pasado, tal y como se dice en otro relato, páginas adelante: “Siento cierta empatía por ese chico de la fotografía, que yo recuerdo tímido y aturdido, a quien recién se le acaba de morir el padre y que, por ello, parece mirar desafiante a la cámara, en una pura afrenta chulesca. Pero no consigo establecer una conexión real con él. Es como cuando ves el personaje de una película, sientes parecido, lo compadeces, pero tú, por mucho que te esfuerces, no eres ni podrás ser nunca él”. Así, la nostalgia no lleva a recuperar, o más bien exhumar, el pasado perdido, puesto que éste ni siquiera pertenece a quien recuerda.

En lo que se refiere al estilo con el que escribe de Montfort, ocurre algo curioso. Su estilo es depurado, hecho de periodos breves, casi desprovisto de adjetivos, lo cual no quiere decir que no tenga un aliento poético. En la manera cómo el autor se acerca a sus personajes, desvela fugazmente su intimidad, sugiere sus preocupaciones, aquello que los desgarra desde dentro, hay un cuidado y un primor que los aleja del prosaísmo, les da una cualidad distinta, etérea, compleja. Por eso, no se puede más que elogiar el oficio con el que de forma tan sencilla el autor nos dice más de lo que expresa, dejándonos intuir algo mucho más intenso y devastador que las ilusiones perdidas. Es el tiempo que se escapa a gente melancólica de su juventud pero ya hecha a la renuncia, resignada sin saberlo a seguir creciendo y viviendo, al final de la fiesta.

*Haciendo click en la imagen podrás descargar el ebook Fin de fiestas

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