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Entrevista a la dramaturga y novelista Carmen Duarte

Carmen Duarte es dramaturga y narradora. Estudió Artes Escénicas en el Instituto Superior de Arte de Cuba. Varias de sus piezas teatrales se encuentran publicadas bajo el título ¿Cuánto me das marinero? (Editorial Letras Cubanas. Colección Pinos Nuevos, 1994). Desde 1993 reside en Miami, donde ha escrito las novelas Hasta la vuelta (Plaza Mayor, 2001), La danza de los abanicos (Egales, 2006) y Donde empieza y acaba el mundo (Aduana Vieja, 2014). En Estados Unidos escribió también la radionovela Ausencia quiere decir olvido, convertida más tarde en pieza teatral y el monólogo El adiós de Alejandra Sol. En Miami ha trabajado como periodista y productora de radio y televisión.

Converso con ello sobre su novela Donde empieza y acaba el mundo, inspirada en la vida de Juana Borrero. La obra puede adquirirse aquí http://www.publiberia.com/libros/p/404-donde_empieza_y_acaba_el_mundo.html

Teresa Dovalpage: ¿Qué te inspiró a escribir sobre Juana Borrero?

Carmen Duarte: El destino. Al igual que el personaje de Malva, un sepulturero de Cayo Hueso me entregó las actas de exhumación del cadáver de Juana Borrero, ocurrida en 1970. Varios miembros del Club San Carlos quisieron construir un mausoleo donde descansarían los restos de la poetisa y desenterraron el cadáver para identificarlo. A fin de cuentas, nunca construyeron el mausoleo y el cadáver permanece en la tumba familiar del sepulturero. Lo conocí por casualidad. Visité su casa para llevar a una profesora interesada en entrevistarlo. Él era hijo de una joven que fue secretaria de José Martí en su paso por Cayo Hueso y a ella le interesaba en el tema. Cuando él supo que soy escritora, me entregó sin pensar las actas y me encomendó que escribiera sobre Juana Borrero.

Teresa Dovalpage: Bueno, eso es de por sí una historia interesantísima. ¡La novela detrás de la novela! ¿Por qué decidiste mezclar las dos líneas argumentales de presente y pasado?

Carmen Duarte: He leído algunas novelas históricas estructuradas en tiempo pasado y presente. Donde empieza y acaba el mundo está sentada sobre ese esqueleto, pero yo quería experimentar. Decidí apelar al mundo subconsciente de Malva, durante su estado de coma, para unir estos tiempos separados en la realidad por más de 100 años. Fue un reto formal. Si no era capaz de escribir con la claridad suficiente un enlace tan inverosímil, la novela se iba al traste. Después de varios años, cuando releo el despertar de Malva en el cuerpo moribundo de Juana, creo que llevo al lector a través de una descripción sencilla y comprensible. Eso me da satisfacción.

Teresa Dovalpage: y tienes motivos para estar satisfecha. La transición ocurre de manera gradual y muy creíble. Ahora, ¿cuánto hay de cierto en la trama histórica?

Carmen Duarte: Donde empieza y acaba el mundo es una novela de ficción. A grandes rasgos, la vida y muerte de Juana Borrero está contada de una manera fiel a los escritos que me llegaron, entre ellos la obra epistolar de la poetisa. Sin embargo, los detalles de las narraciones, muchas de las acciones y los diálogos, son pura ficción. Por ejemplo, Julián del Casal y Juana Borrero, comentaron en algunos apuntes que ella le enterró un puñal a él, durante la última discusión que tuvieron. Yo recreo este pasaje, argumentando que ella, frustrada por el rechazo amoroso de él, levantó un brazo para agredirlo y ambos vieron un puñal que no existía, en mi opinión, no fue más que una metáfora. Un delirio de poetas.

Teresa Dovalpage: Mejor un puñal metafórico que uno real, al menos para la integridad física de los poetas… Una pregunta que siempre me gusta hacer a quienes escriben ficción histórica: ¿cuán difícil te fue integrar la realidad con la ficción?

Carmen Duarte: Es como un rompecabezas. Uno toma un hecho histórico o un personaje y desata la imaginación, luego trata de justificar y hacer parecer verosímil esa trama, encontrando datos en la historia que te ayuden a sustentarla. Cuando se escribe ficción histórica, el escritor tiene un propósito más allá que la cadena de sucesos, bien sea una tesis, una idea poética, una parodia de la realidad contemporánea, etc. La línea argumental de Donde empieza y acaba el mundo es demostrar que en la tumba de Juana Borrero en Cayo Hueso, está enterrada otra persona. Esto es totalmente ficticio, pero para sustentarlo, fui al epistolario de Juana y después de revisarlo minuciosamente, encontré un dato muy conveniente. En una de sus cartas a Carlos Pío, desde Cayo Hueso, ella cuenta que conoció a una monja joven muy sacrificada por los enfermos que merece toda su admiración. Ese simple comentario me llevó a estudiar sobre las órdenes de religiosas que existían en Cayo Hueso por esos años. Finalmente, creé el personaje de la novicia y lo utilicé para cerrar la historia con el trueque del cadáver de Juana y el de esta.

Teresa Dovalpage: Esto también le da un toque realista a la historia. El “pudo haber ocurrido” en ciertos casos es tan válido como el “ocurrió.” ¿Cuánto tiempo te tomó el proceso de investigación?

Carmen Duarte: Más o menos y año. La novela está sustentada en una investigación de la obra poética y epistolar de Juana Borrero y lecturas de varios autores que han escrito sobre ella como Fina García Marruz, Cintio Vitier, Belkis Cuza Male y Manuel P. González. También tuve que estudiar historia de Cuba y de Cayo Hueso para ambientar.

Teresa Dovalpage: Muy bien ambientada que está. ¿Y en qué nuevo proyecto estás trabajando ahora?

Carmen Duarte: Acabo de terminar una novela titulada El inevitable rumbo de la brújula, la estoy dejando reposar para volver sobre ella después. No obstante, comencé a escribir otra novela que lleva por título, Por una sonrisa de Mateo, es sobre una madre y su relación con el psiquiatra de su hijo autista.

Teresa Dovalpage: Pues espero leerla muy pronto. Y para terminar, sé que esta es una pregunta difícil, pero si tuvieras que escoger un gran amor (ése que ni se olvida ni se deja) ¿sería el teatro o la narrativa?

Carmen Duarte: La narrativa. Me siento más completa al escribir novelas porque no dejo nada a la interpretación o imaginación de los directores y actores. Esto no quiere decir que no vuelva a escribir teatro, pero sería algo para cuando esté más vieja y pueda enfrentarlo con la mirada de la madurez y no para hacerlo a tiempo completo. Claro le agradezco al teatro el dominio de la acción y el diálogo que son muy útiles a la hora de narrar.

Teresa Dovalpage: Muchas gracias, Carmen, por tus respuestas. ¡Suerte con tus novelas y no pierdas el rumbo de la brújula literaria!

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