Las puertas del viejo ascensor se abrieron solas como si estuviesen encantadas. Mario, desconcertado, apretó el botón con la «C» varias veces hasta que asomó
Las puertas del viejo ascensor se abrieron solas como si estuviesen encantadas. Mario, desconcertado, apretó el botón con la «C» varias veces hasta que asomó