Entrevista a Entes y Pésimo
Organizadores del festival de arte urbano Latido Americano, Lima, Perú
Por Naida Saavedra
Entes y Pésimo (http://www.entesypesimo.com/) son dos artistas urbanos que, trabajando en dupla, han desarrollado un estilo propio dentro de lo que se denomina Street Art, o arte urbano. Entes y Pésimo son de Lima, Perú, y desde allí han venido organizando el festival de arte Latido Americano, el cual agrupa, a manera de invitación, a un número de artistas de diferentes partes de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Durante quince días estos artistas salen a las calles de Lima a pintar en sus muros, a dejar su arte en la calle. Yo, neófita en esto de las artes plásticas, me quedé prendada de su trabajo y he venido siguiéndolos desde el año pasado. Tuve la dicha de ver en vivo y directo tres de sus piezas durante mi viaje a Lima el pasado julio y me di cuenta que tenía que conversar con estos hacedores de arte. Ya los había contactado y desde el principio recibí una muy grata respuesta. Y es todo, aquí estamos, intercambiando palabras vía correo electrónico. Disfruten de la conversa:
1. Esta fue la segunda edición del festival Latido Americano. ¿Qué los hace escoger a los artistas que invitan? ¿Hay algún tipo de característica que deba definir a los artistas que invitan?
En definitiva buscamos más que solo nombres. Buscamos a los que representan a su país, de una manera no vista antes, y de esta forma, darle un giro completamente distinto a lo llamado Street Art y al Graffiti. Algo que nos conmueva: que la imagen busque un diálogo con el entorno, gente que está trabajando muy duro en sus países, al igual que nosotros, día a día tras un muro. Con respecto a las características, creo que no tenemos ninguna en especial, cada artista es un universo y lo tenemos comprendido.
2. ¿Por qué el nombre “Latido Americano”? ¿Cuál es el objetivo del festival en cuanto a la reunión de artistas de diferentes países de América Latina? Me gustaría que compartieran su punto de vista referente al papel de las artes plásticas dentro de la formación / evolución / transformación de la cultura.
En realidad comenzó como “Latir Latino”, pero debido a nuestra falta de experiencia y a la viveza de un ejecutivo chileno, nos quedamos sin ese nombre. Debido a este suceso, este año decidimos cambiarlo a “Latido Americano”, y no trabajar con ningún asesor de publicidad.
El objetivo es muy claro: UNIÓN, mediante el arte, la gente joven, motivarnos a nosotros mismos, y decir: estamos aquí, en un lugar tan alejado como Latinoamérica, hablando el mismo idioma.
En un 90 por ciento, es inaudito que hasta el momento no hubiera registro de un evento así, con amor y esfuerzo, para demostrar al resto del mundo que, aquí, también se están haciendo cosas desde hace muchos años, en cada país, y esos países tienen, de una u otra forma, artistas de excelente calidad, y merecen ser reconocidos.
Creemos en que una de las formas más sinceras, desde donde una ciudad puede cambiar, es el arte y la cultura, y poco a poco llegar a los sitios más necesitados de esta, para nutrirlos desde nuestro punto de vista, e informarles de este tipo de arte. Invitarlos a que no le tengan temor a entrar a una galería, y de la misma forma, quitarle la barrera a la élite dentro del arte, esto es para todo el mundo, para que digan algo. La gente se comunica diciendo cosas positivas y negativas. Mediante lo que hacemos se establece una comunicación, lo que el arte purista está olvidando por completo, cerrándose en capas y capas de elitismo absurdo.
3. Pensando un poco en la respuesta de la ciudad de Lima como órgano institucional, ¿podrían compartir con los lectores cómo ha sido la acogida de este festival por parte de las entidades gubernamentales de Lima? ¿Dónde pueden pintar? ¿Necesitan algún permiso, es fácil conseguirlo?
El apoyo es muy bien recibido, en definitiva cada día se llega abrir más puertas. Al inicio siempre hay acogida, luego la gente se echa atrás, muchas veces debido a que esto de pintar en la calle sigue siendo una utopía en nuestro país porque hay que tener muchos contactos para llegar a conseguir todo el dinero que se necesita para esto, básicamente es eso, pero siempre se tiene una cantidad de adeptos que es considerable. Entonces nosotros nos aprovechamos de eso para poderlo llevar a cabo siendo una ciudad de tercer mundo donde hay mucho más obligaciones y problemas, donde el arte no es una necesidad primordial para la nación.
¿Se puede pintar? Sí, como en todos lados, siempre que pidas permiso, y si no quieres pedir permiso, es como en todos los demás sitios. Por lo general sólo le pides permiso al dueño de casa, y procedes a pintar. También hay distritos que prohíben el Graffiti, como Barranco, por ejemplo, y si te encuentran pintando la multa que tienes que pagar es de una cantidad excesiva.
4. Hablemos de categorías. Entes y Pésimo no son artistas de caballete. ¿Se consideran grafiteros, artistas urbanos, muralistas? Compartan con los lectores las diferencias que puedan existir entre estas denominaciones.
Cosas de la vida, mientras respondo esta entrevista estoy en mi taller pintando un lienzo (Entes). Empezamos pintando en la calle, Pésimo estudió en la Escuela de Bellas Artes, y por mi lado estudié en Corriente Alterna. Pintamos Graffiti hace 16 años, eso vendría a ser exactamente desde nuestra adolescencia mucho antes de estudiar arte o algo que se le parezca.
Nos consideramos artistas, nos gusta pintar desde un espacio pequeño dentro de un taller, como un edificio de 9 pisos o más. No creemos en las etiquetas pues trabajamos en algo que amamos con mucha responsabilidad y entrega. De una forma, vamos detrás de nuestros sueños, por más duro que sea, vamos tras ellos siempre.
5. Muchas veces, el arte urbano posee un carácter temporal. Es decir, después de un tiempo las pinturas en paredes públicas desaparecen. Les pregunto a ustedes directamente si no persiste en el tiempo, ¿cuál es el propósito de este tipo de arte?
Llegar a más gente. Que quede en el recuerdo de algunos que lo vieron, que queden llenos de color, formas e imágenes, cambiarles la monotonía.
Es el arte más real que existe. No te pide nada a cambio, te lo da todo gratis, al lado de la avenida.
Una vez que terminamos, el mural que hicimos, deja de ser de nosotros, está en el transeúnte quererlo o tal vez odiarlo, apreciarlo o cuidarlo.
6. En el documental “Muros de enfrente” (http://www.youtube.com/watch?v=cq7yi2z77IA) Pésimo menciona que al hacer arte en la calle se siente libre. ¿Hay alguna diferencia en el acto de hacer arte dentro de un edificio, sobre un lienzo, por ejemplo, y fuera de este? ¿En dónde cabe el concepto de libertad?
En definitiva las escalas son distintas, la energía utilizada para pintar un muro es mucho mayor. Hay quienes aman la acuarela o el óleo. Nuestro modo viventus, es la calle. Es lo que nos da la entera libertad de hacer lo que deseamos, a ser quienes queramos ser, sin ninguna restricción, peros o conceptos absurdos del arte.
Somos nosotros. Sin ningún parámetro. Enteramente libres, sin reglas.
Nosotros y el muro.
7. Cuando se hace arte en la calle y se pintan las paredes, el entorno público cambia, digamos que de cierto modo influye a los habitantes de los alrededores, a los transeúntes. ¿Qué piensan ustedes como artistas, de qué manera se nutre el entorno?
Como dije anteriormente, la calle se llena de color cambia por completo, le da ánimo a la gente, bueno dentro de nuestras cabezas (risas). Eso es lo que sucede cuando alguien ve nuestra obra en la calle, en definitiva se nutre, ese es el poder de pintar en la calle, tienes un gran público que, quizás no vio la obra antes, y se puede cambiar muchas cosas a partir de ese momento dentro de otra persona.
8. Ustedes pintan en dupla. Firman y difunden sus obras con el nombre Entes y Pésimo. Me encantaría que me contaran cómo fue el proceso de unirse y cómo logran ponerse de acuerdo para pintar a dúo.
Nosotros no forzamos nada de esto. Trabajamos desde el 2000 juntos, como hermanos. Fortalecimos muy bien el lazo de amistad hasta llevarlo a la hermandad, creo que eso es lo que nos llevó a la fluidez que tiene lo que hacemos, es un diálogo constante entre las miradas, los gestos de los personajes que pintamos, no solo están uno al lado de otro. Lo que buscamos con todo esto es que se vea el nivel de armonía que llevamos nosotro, en nuestra obra con el resto de la naturaleza, el mar, los animales, las aves y las familias; temas recurrentes en nuestras obras.
9. En relación con la pregunta anterior, al ver varias de sus obras en Lima y muchas fotos en su página web (http://entesypesimo.com/), observo que han establecido ya un estilo propio, es decir, sin haber una firma ya la audiencia puede identificar una obra de Entes y Pésimo. ¿Podrían contarme cómo se fue dando ese proceso?
Los años nos dan el sello que tenemos, en una búsqueda un poco personal y como dúo, nos concentramos mucho en eso, para que no se parezca a nada ya creado, sino que simplemente seamos nosotros. Nuestra mano, nuestro toque, nuestro manejo del color, nuestro dibujo. Siempre tenemos una muy sana competencia y eso también nos lleva a reinventarnos constantemente, a cambiar y perfeccionar ciertos detalles. Es un proceso que sabe Dios en que terminará.
10. Ya para culminar les dejo esta pregunta un poco abierta, ¿cómo ven el futuro del arte urbano en Latinoamérica?
Está en un gran apogeo, aunque sólo sean ciertos países los que son invitados a los eventos. Son puertas que se abren para nuestros países, eso me llena de orgullo. Por nuestro lado, nosotros seguiremos año tras año con nuestra movida, tratando de abrir la mente del resto del mundo.
Latinoamérica es el futuro de esta tierra que se devasta poco a poco, no sólo en el lado de materia prima, sino también de artistas con una perspectiva de nuestras tierras completamente distinta a la del resto del mundo. En cierta forma creemos y apostamos por esto dos artistas comunes y corrientes, tratamos, nos esforzamos y ponemos nuestro granito de arena para esta gran tierra llamada Latinoamérica rica en cultura y en gente con una mirada muy distinta.