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Un homenaje a la escritura… eslava

La escritura es la demostración del esfuerzo del ser humano por dejar plasmados sus conocimientos, sentimientos y emociones. Hoy el mundo no se comprendería sin la escritura. Y en estos tiempos modernos, cuando el perfeccionamiento de la inteligencia artificial (y no de la nuestra) se ha convertido en una de las mayores obsesiones, la escritura sigue ahí, siendo vital para que esto sea posible. Por eso, dicen los que saben, con el nacimiento de la lengua escrita, nació la civilización. Y casi como un homenaje a esta afirmación, en Moscú en mayo pasado se inauguró el Centro de Escritura Cirílica Slovo (“palabra”, en ruso).

Por definirlo de una manera sencilla, el lugar es (precisamente) un museo de la palabra, donde podemos conocer la historia de la escritura eslava, también conocida como cirílica, desde su creación, pasando por todo su desarrollo hasta nuestros días.

“Además de los trabajadores dedicados a la restauración, más de 80 expertos y científicos ayudaron a crear este centro. La lista incluye expertos en literatura y cultura, ciencia y alta tecnología, diseño y cine”, señala Aleksandr Lifschitz, Jefe del Departamento de Libros Raros y Manuscritos de la Biblioteca Científica de la Universidad Estatal de Moscú y Profesor Asociado de la Facultad de Filología.

El centro se encuentra ubicado en una de los lugares más emblemáticos de Moscú: VDNH. Un extenso complejo de pabellones construidos durante la Unión Soviética y dedicados a mostrar lo más tradicional de cada una de las quince repúblicas de las que se componía, así como de las actividades de desarrollo del bloque socialista, desde la ganadería hasta la cosmonáutica. Y es, curiosamente, en el Pabellón de Agricultura donde se encuentra la sede de Slovo.

Artistas, ingenieros y diseñadores trabajaron en la transformación del pabellón, donde se incluyen rarezas escritas únicas, como por ejemplo las réplicas de las tablas de cera con el textos del libro ruso más antiguo, que data de principios del Siglo XI.

Lifschitz añade: “el alfabeto cirílico nunca ha estado más vivo, floreciente e increíblemente interesante”. Y tiene razón. Introducirse en Slovo es una experiencia única, donde se combinan la tradición de la escritura y la modernidad tecnológica. Por ejemplo, se puede jugar con un alfabeto interactivo,  para explorar la historia de las letras modernas y aquellas que se perdieron  del alfabeto cirílico; ver dibujos animados educativos sobre la historia de la escritura en Rusia, desde la antigüedad hasta los tiempos modernos; observar una reconstrucción de la imprenta de Ivan Fyodorov ; visitar una sala llena de folklore e historias tradicionales de terror para niños. También los visitantes pueden escuchar canciones de cuna y baladas épicas y ver videos mientras se relajan en cápsulas especiales de fieltro en la sección «Cultura sin lenguaje escrito».

Slovo fue inaugurado apenas en la primavera de 2019, por lo que su principal objetivo es su consolidación y expansión. Durante el otoño acogió la exposición temporal “El arte de los libros”, una colección de copias originales de libros raros: obras maestras de arte, encuadernación e imprenta desde el Siglo XVII hasta principios del XX.

«Planeamos continuar organizando exposiciones temporales en el futuro. Hay muchos proyectos interesantes esperando por delante», explica la directora del centro Slovo, Natalya Zadvornaya.

Añade que también continuarán expandiendo y actualizando sus programas educativos, con conferencias, talleres y ciclos. Destaca el papel fundamental que tiene como centro educativo, por lo que la atención y los programas para niños son fundamentales.

Sin embargo, llegados a este punto, debemos preguntarnos: ¿Qué hace especial a la escritura cirílica? ¿cuándo y dónde surge el alfabeto cirílico y los alfabetos eslavos más antiguos? ¿Qué los hace similares? ¿En qué se diferencian? Slovo muestra una línea de tiempo que muestra a los visitantes cómo la escritura eslava llegó a Rusia y cómo la cultura del discurso escrito ha evolucionado durante siglos para convertirse en una parte intrínseca de la vida y cultura espiritual, social y cotidiana del país.

Dentro del centro también se puede encontrar un árbol genealógico desde la escritura glagólica hasta el alfabeto cirílico, y donde se demuestra que más de cien naciones utilizaron este tipo de escritura. En algunos casos, el cirílico fue el alfabeto que puso fin a la cultura sin lenguaje escrito. Con el paso del tiempo, algunos idiomas reemplazaron este sistema por otro tipo de escritura, como la latina o la árabe. Actualmente 21 países escriben en cirílico.

Pero eso no es todo. Una vez consolidado el alfabeto, este ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de su historia. Porque la escritura que conocemos hoy, nada tiene que ver con la que se utilizaba antiguamente. Además, como sucedió de forma constante en la historia europea, en un principio fueron sólo los monjes cristianos los únicos que sabían escribir. Después vino la apertura, en gran medida gracias a la imprenta, en tiempos del reinado de Iván El Terrible. Después llegó la reforma de Pedro El Grande. Una época donde comenzó una importante alfabetización y la impresión de diversos libros de texto. Con la llegada de la Unión Soviética también se realizó un importante esfuerzo por formalizar el lenguaje escrito. Hoy en día, en Rusia, el cirílico está plenamente consolidado, al tiempo que sus habitantes entienden y escriben también en otras lenguas, lo que les da una amplitud de conocimiento poco común en el mundo occidental.

¿Pero cuál es el futuro de la escritura cirílica a nivel mundial? Yuri Gordon, diseñador de tipografías y uno de los curadores y creadores de las exposiciones de Slovo asegura que  «Para la próxima generación, en todos los sentidos, el cirílico seguirá siendo uno de los sistemas de escritura regionales más grandes. En mucho depende de Rusia, por supuesto. Si el país se desarrolla, la influencia del alfabeto cirílico crecerá. En caso de aumentar su aislamiento, el tipo cirílico se debilitará. El alfabeto cirílico permanecerá durante mucho tiempo en los países donde se utiliza como principal sistema de escritura, como en Rusia, Bielorrusia y Bulgaria. En los Balcanes, probablemente dará paso a la alfabeto latino. El cirílico probablemente desaparecerá en los próximos 15-20 años en Asia Central y en las antiguas repúblicas de la URSS. Una excepción es Mongolia, donde probablemente permanecerá por más tiempo.

Nadie sabe lo que le sucederá al cirílico y otros sistemas de escritura (incluso el latino) en 100 o 200 años”.

Y así, el tiempo pasa, la escritura permanece.

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