
#DelirioLit: Capítulo 11: El alma respira con baterías, o no llores más, Lucifer
La masa de carne amontonada que se perdía donde comenzaban las avenidas, era la multitud gritando, tratando de alcanzar la caja. Las ventanas de los
La masa de carne amontonada que se perdía donde comenzaban las avenidas, era la multitud gritando, tratando de alcanzar la caja. Las ventanas de los
La masa de carne amontonada que se perdía donde comenzaban las avenidas, era la multitud gritando, tratando de alcanzar la caja. Las ventanas de los