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Recapitulemos: te presentamos el camino híper pop con el que Claudio Roncoli se hizo un nombre. Camino que abandonó cuando sintió que debía “cambiar o morir”. La segunda parte de esta evolución, fue en realidad una transición. Una experiencia no figurativa que sorprendió por el riesgo que el artista tomaba. Y ahora, en esta tercera parte, te mostramos ya lo próximo: The Empty Project. Roncoli indaga el vacío que existe en nuestra sociedad y a lo que apelamos para contarrestarlo. Para esconderlo debajo de la alfombra.
A aquella primera parte la titulamos Pop not dead. Y es que da la sensación de que se trata de algo de lo que no puede escapar, está en su ADN. Aquello a lo que siempre vuelve. Claudio nos confesaba que parte de la búsqueda de The Empty Project consitió en deconstruir logos de las marcas que más representan el consumo desesperado, el intento vano de llenar vacíos sin apelar a lo interior. ¿Hay algo más pop que un logo? Tal vez, su gran mérito sea retomar el reto de Warhol –auspiciado por Campbell–, cuando siempre sostuvo que el pop murió con Andy. A veces parece que Claudio juega en esos zapatos (¿serán un par de Nike?). Unos zapatos enormes, vacíos, difíciles de llenar. Un espacio que requiere talento, ganas de crecer (tomando mucha sopa) y agallas. Sobre todo agallas para abandonar la comodidad y atreverse a dar el inhóspito salto al vacío.