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Reseñas breves de un lector entusiasta: Niveles de vida, de Julian Barnes

   «Niveles de vida» es un libro increíble. Corto y fuerte. Enfrenta desnudo lo absurdo de la muerte, el vacío y la desesperación. Barnes se planta con honestidad brutal a compartir su sentir luego de la muerte de su esposa.
     Si bien el libro cuenta con tres relatos y «La pérdida de profundidad» es sólo el último, es tal su potencia arrolladora que tapa todo lo demás. Y eso que los otros dos son hermosos. La historia de los pioneros de la conquista del cielo con los globos aerostáticos, son un ícono de época de libertad, innovación y ganas de crear mundos. El segundo, una linda historia de amor entre algunos protagonistas del primero. Pero es el tercero el que rompe el libro. Comparte lo imposible de acomodar nada y hasta juzga los roles de todo el mundo en su propio duelo, la decepción que le provocaron algunos amigos, la revalorización de otros o la recuperación de viejas amistades. Porque en los afligidos está la reacción del enojo.
     «Es cierto que parte de mi congoja se centra en mí mismo –mira lo que he perdido, mira cómo se ha empobrecido mi vida–, pero más, mucho más, y ha sido así desde el principio, en ella: mira lo que se ha perdido, ahora que ha perdido la vida».
     Una categorización formidable en muy pocas páginas: la aflicción es un sentimiento y el duelo es un proceso.  ¿Qué podría considerarse un éxito en el proceso del duelo? ¿Recordar, olvidar, continuar? Queda claro la estupidez del eslogan que dice que lo que no te mata te fortalece. “Está la cuestión de la aflicción frente al duelo. Cabe intentar diferenciarlos diciendo que la primera es un estado y el segundo un proceso; sin embargo, es inevitable que se superpongan. ¿Disminuye el estado? ¿Progresa el proceso? ¿Cómo saberlo? Quizá sea más fácil pensarlo metafóricamente. La aflicción es vertical –y vertiginosa-, mientras que el duelo es horizontal. La aflicción te trastorna el estómago, te quita la respiración, corta el suministro de sangre al cerebro; el duelo te proyecta hacia una nueva dirección.”
     Dentro de lo más importante está que Barnes escribe muy bien.

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