He querido empezar este 2014 mostrándole la obra de poetas que residen en esta ciudad y otros que no, pero que guardan una obra merecedora de ser conocida, de ser leída una y otra vez, y que a veces no conocemos del todo. Este es el caso de Lourdes Vásquez; una boricua que desde hace un corto tiempo reside entre nosotros y que viene con un equipaje lleno de premios, como el Juan Rulfo por sus cuentos cortos, y muchos otros más, además de un gran número de libros publicados en varios géneros. Esta diminuta mujer de apariencia, pero con una fuerza en su obra comparable a un roble, ha trabajado sin parar desde hace un montón de años y somos altamente bendecidos de tenerla entre nosotros.
Luto
Cuando me enteré de la muerte del niño en Tanzania,
aquel niño con la sonrisa de leche delicada y gustosa.
Cuando supe que se fue a jugar con las semillas de
Perséfone, me obligué a construir sahumerios con
el licor de piedra que se destila en aquellas tierras
y su dedito del corazón partido y negro.
Porque el muerto necesita un recorrido cristalino
y sin divagaciones, de la mano de poderes expansivos
y generosos. Con ritos, hierbas y granos y Ochún
con larga falda almidonada en el ancho lago dulce
llorando la catástrofe.
Aromas y bálsamos para la madre ausente de sí,
tisana de mercurio para el padre lloroso,
nube o tizne encantado para evitar la crueldad,
bocanada del poderoso elixir para el entorno de las formas,
baño de humo para el desvelo y la invocación al sueño.
Porque alguien dijo: «no hay amor, solo pequeñas pruebas de amor».
Sin memoria u olvido
Ella estaba tan desnuda.
—Rimbaud
Sus brazos tirados allí quedaron. Su cabeza, barriga, ombligo, orejas suyas, toda ella como un becerro en sacrificio, su espíritu aplastado contra aquella verja y los líquidos de su cuerpo paralizados, como pajaritos sumergidos en agua prieta.
Para todos los propósitos il corpo in letargo en medio del camino, despojada su dignidad, arrancado el decoro, rota mil veces, tirada al vacío, caída en la tierra y vuelta a tirar. Jamás levantarse y permanecer, cadáver pudriéndose con las cucarachas y ratoncitos comiéndose tus pedazos.
Nadie se asoma. Nadie. Hasta que es muy tarde y la descomposición de tu cuerpo hace que huyan los paramédicos y la policía.
Morir en la carretera debe ser más brutal que morir tumbada en el piso de tu habitación como la finlandesa que sueña con los fuegos del invierno. Morir reventada por llantas, por el peso de la máquina, los pedacitos de metal que se te incrustan, porque se le explotó la cabeza, señora; y los riñones saltaron como campanas con desperfectos y el vientre se le quedó podrido de moscas, como morimos los negros, sin memoria ni olvido.
Continúo un viaje junto a gente protectora
que me salvan de las grandes emociones.
Reparan el carro en el cual me transporto
y me acompañan por parajes
rocosos y ciudades inmaculadas.
En ocasiones me dan de beber un elixir de vida
o me indican la bebida perfecta:
“Café con leche y nata.” ¿Nata?
¡Qué detalle!
A aquella mesa me invitan
a que deguste papayas frescas y naranjas
de temporada.
Invoco la calidez y redondez
de esta ternura, el espinazo abierto de la memoria,
el perfume oscuro de la herida.
También me visten con telas de algodón
delicados y colores brillantes y me indican
los cofres que contienen las decenas de piedras
preciosas, onix y agua en copas transparentes.
Agua que se transforma en besos extensos
debajo de un ausubo.
Ausubo convertido en fuente.
Fuente escondida en tu fruta.
Lourdes Vázquez, nacida en Puerto Rico y residente en los Estados Unidos, es poeta y narradora. Obtuvo el premio Juan Rulfo de Cuento en 2002 en Francia por su cuento “La Estatuilla”. Su novela Sin ti no soy yo forma parte de la guía “The New Essential Guide to Spanish Reading” (2012), compilado por la organización America Reads Spanish y su traducción al inglés Not Myself Without You (Bilingual Review Press, 2012) es parte de la lista Top 10 New Latino Authors to Watch and Read. Su libro de poesía Bestiary: Selected Poems (Bilingual Review Press) recibió una mención de honor de la Revista Foreword Reviews. Entre sus últimos libros se encuentra el poemario Appunti dalla Terra Frammentata (Italia: EDIBOM, 2012) y Adagio con fugas y ciertos afectos (Madrid: Verbum, 2013). Es también compiladora de la antología Cuando narradoras latinoamericanas narran en Estados Unidos (Argentina: Fundación A. Ross, 2009).