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Libros que llevan a otros

 

     Cada libro nuevo que empiezo viene cargado no solo con la historia de los personajes que voy a conocer al leerlo, si no también con la historia de cómo llegue a él, de qué fue lo que me llevo a comprarlo; y esta historia afecta también cómo enfoco la lectura. Algunos llegan por recomendaciones de amigos, otros por nuevos lanzamientos de editoriales a las que sigo (como la mía) o de autores que ya conozco. Confieso que hay muchos que pongo en mi listas de lectura cuando me aparecen recomendados por los algoritmos de las tiendas en línea, y tengo que reconocer que en muy pocas oportunidades se han equivocado; pero me gusta más encontrarlos yo mismo en visitas a librerías, las cuales estoy haciendo con más frecuencia últimamente, volviendo al formato impreso después de varios años de haber leído casi todo en versión digital. Pasear por los estantes de una librería y buscar títulos leyendo las contraportadas, o las recomendaciones de la gente que trabaja en la misma librería, me llevan a la época en la que eran casi que la única manera de descubrir nuevos autores. Aparte de algoritmos y librerías y recomendaciones de terceros, hay otro camino por el que me llegan nuevos libros, y es el que más influencia la lectura: Los mismo libros que uno va leyendo.

     Hay libros que llevan a otros libros de una manera directa, con recomendaciones o comentarios sobre ellos que invitan a leerlos. Un ejemplo es «Los Testamentos Traicionados» de Milan Kundera, que acabo de releer hace poco. A través de nueve ensayos Kundera cuestiona qué es ser un novelista moderno, y cómo la literatura moderna surge de reinterpretar y dar nueva vida a los clásicos en nuevas estructuras inspiradas en ellos. La manera en que Kundera explica y detalla las emociones que le generan diferentes autores, y las relaciones entre ellos y sus obras, provocan leerlos desde una perspectiva influenciada por esta interrelación.  Sus comentarios sobre Rabelais y su «Pantagruel», alabándola como la novela europea esencial, casi que primigenia, me llevaron a buscarla y comenzar a leerla ahora, y voy recordando las glosas de Kundera sobre el texto mientras avanzo en su lectura.

     Hay también libros, como las novelas de Juan Gabriel Vasquez, que están inspiradas en historias ya contadas o en hechos históricos, reimaginados y tratados desde otra perspectiva, que te invitan a conocer más esas fuentes originales. Su libro «La Forma de las Ruinas» es una exploración en como se tejen y urden las teorías de la conspiración y lo difícil que es separar la realidad de la ficción una vez que se comienzan a aceptar como ciertas teorías sin pruebas, y la basa en todas las teorías que se armaron sobre quién mando matar a Luis Carlos Galán para evitar un giro hacia la izquierda en Colombia. Al terminar de leerla tuve que buscar una fuente que me ayudara a discernir mejor la ficción de la realidad, y llegué a «El Crimen del Siglo», de Miguel Torres, que narra los hechos que llevaron al asesinato de Galán desde la perspectiva de su victimario. Su libro ‘Historia Secreta de Costaguana» elucubra la historia de cómo Conrad llegó a conocer y se inspiró en las luchas y conspiraciones por la independencia de Panama de Colombia para escribir «Nostromo», con su imaginado país que se independiza de otro por luchas internas de bandos. Mientras en «La Forma de las Ruinas» lleva una historia real hacia explicaciones y asociaciones especulativas, en «Historia Secreta de Costaguana» toma un camino contrario, acercando la ficción de Conrad a sus bases históricas reales, pero en ambos casos mi lectura de los libros de Conrad y Torres cobró un significado adicional del que hubieran tenido sin leer las novelas de Juan Gabriel Vasquez antes.

     Otros libros te ayudan a explicar mejor la época y circunstancias en las que se escribieron otras novelas. Este es el caso de «Arctic Summer» de Damon Galgut, donde imagina y narra lo que fue la experiencia de E.M. Foster durante su estadía en la India. Esta novela, a través de la descripción de los eventos, fiestas, ceremonias y rituales en los que participó Forster en su día a día en el Raj Británico, nos permite darnos una idea de las contradicciones culturales con la que se encontró, y cómo esa experiencia lo llevo a escribir «Pasaje a la India». Yo recordaba haber visto la película hace muchos años pero el libro de Galgut me llevo a leer la novela original de Forster, y entender mejor cómo, al haber conocido directamente muchos de los lugares y costumbres que describe en el libro, y los extremos de su experiencia personal en ese viaje, pudo dar verosimilitud a los contrastes entre los personajes de su novela. Lo que yo pensaba que era, al ver la película, un interesante retrato del encuentro forzado entre la India y el Reino Unido, resultó para mí ser, luego de leer «Arctic Summer», una manera de Forster de ordenar y dar sentido a su experiencia durante ese viaje.

     Hay también libros que, siguiendo lo planteado por Milan Kundera, me han llevado no a leer, sino a escribir nuevos libros. La estructura de «Al Faro» de Virginia Woolf, con cada capítulo que mostraba las diferentes motivaciones de los personajes para ir a visitar el faro del título, junto con los diálogos internos y desencuentros con los amigos y los capítulos intermedios que le bajan la tensión a la narración, del «American Psycho» de Bret Easton Ellis me ayudaron a escribir mi primera novela, «Lunes Otra Vez»: una historia de desencuentros, con diálogos internos y reales que revelan las diferentes actitudes de los amigos hacia un evento común. La estructura de «Conversación en la Catedral» de Mario Vargas Llosa, con las revelaciones sobre el pasado familiar y los diálogos internos del «Ulises» de James Joyce, en especial el realismo de Molly Bloom que se contrapone al romanticismo de Leopoldo, me ayudaron a escribir «Tres Veces Bogotá», una historia que busca mostrar la formación de la memoria familiar y cómo esta afecta la imagen propia que se hace cada uno de si mismo.

     Si un libro te lleva a otro, síguelo en ese camino: creo que complementar una lectura con otra es una de las mejores maneras de enriquecer la experiencia de un libro que ya te gustó, te ayuda a entenderlo mejor, sea en su contexto o en su origen. Yo sigo avanzando con «Pantagruel», veremos a dónde me lleva.

 

 

 

 

 

 

 

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