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Las elecciones del Nobel

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Mario Vargas llosa: “Nunca se robó en el Perú como se robó en los años de Fujimori en el poder” 

Durante la colonia, la cultura era un bien al que pocos podían acceder. Particularmente, en la interacción español-indígena hubo una considerable restricción con el acceso a la cultura por parte de los últimos, ya que se consideraba que ello podría alterar el orden de dominador y subordinado. Eso lo sabían bien los conquistadores que llegaron a tierras nuevas y, por ello, prefirieron mantener esa verticalidad en sus relaciones. El razonamiento era simple: un indio que lee, piensa; un indio que piensa, analiza; un indio que analiza, reclama; un indio que reclama es un potencial rebelde, y a los rebeldes hay que callarlos.

La realidad latinoamericana no se ha visto ajena ello. El Perú, según la investigadora británica Ipsos Mori, ocupa el cuarto puesto en el ranking de los países más ignorantes del mundo [1]. Este sondeo evaluó a través de preguntas sobre diferentes asuntos políticos, sociales, socioeconómicos y culturales. Precisamente, en el aspecto de política, el Perú ha sido duramente criticado en los últimos meses, no solo por los medios locales sino, y sobre todo, por medios internacionales. La razón han sido las elecciones presidenciales y las críticas que se han expresado en torno a los electores de elegir mayoritariamente, según las encuestas, nuevamente a un gobierno que fue corrupto y dictatorial.

El Perú de los años 90 tuvo como escenario político electoral, en última instancia, la candidatura de Alberto Fujimori (Cambio 90) y Mario Vargas Llosa (Fredemo). Los detalles de ello se han escrito hasta la saciedad por diversos medios. Aquel 10 de junio los peruanos votaron en contra de Vargas Llosa por temor al programa de “shock” anunciado durante su campaña para corregir los desequilibrios económicos que dejara el expresidente Alan García. En su lugar eligieron a Fujimori, un ingeniero agrónomo que no tenía una formación política, pero que prometió que jamás aplicaría tal medida. Dos meses después de ser elegido, Fujimori faltó a su palabra. Entonces, ya elegido como presidente se mostró autoritario, dictatorial. Determinó disolver el Congreso y promulgar una nueva Constitución que le permitió ser reelegido en 1995 y, luego, en el 2000 [2].

De ahí ya la historia se mezcla con actos de corrupción a gran escala y un constante atentado contra los derechos humanos. Vladimiro Montesinos, su aliado y, además, jefe del SIN (Servicio de Inteligencia Nacional), fue puesto en evidencia entregando dinero para comprar conciencias, medios de comunicación, en fin, para comprarlo todo para favorecer el gobierno de Fujimori. Hoy, Montesinos y Fujimori están presos. Los delitos han sido probados y no en vano al expresidente se le ha considerado como el séptimo gobernante más corrupto del planeta [3].

Las elecciones presidenciales de este 2016 en Perú han puesto sobre la mesa nuevamente este tema. En este escenario, Keiko Fujimori, la hija del expresidente, ha obtenido una mayoría considerable de votos en las últimas elecciones del pasado 10 de abril. Y el tema, que en principio no tendría que relacionarse necesariamente, pues la hija no debería heredar los errores del padre, va más allá de ello. Keiko fue la Primera Dama y cómplice del gobierno dictador, luego de la indiferencia ante las torturas que sufriera su madre, Susana Higuchi orden de su padre [4].

Para Mario Vargas Llosa la dictadura de Fujimori está extendida en la figura de Keiko. Dice el Nobel que es una suerte de dictadura que se alarga, que no ha desaparecido del todo, como sí ocurrió con otras dictaduras, por ejemplo, la de Sánchez Cerro o la de Manuel A. Odría.

“Yo no creo que las culpas sean hereditarias, pero Keiko Fujimori no ha roto con el fujimorismo. Keiko Fujimori sigue siendo el fujimorismo vivo, superviviente Ella ha alejado, quizás, a las figuras más impresentables, las que están vinculadas a hechos monstruosos […], pero el grueso del fujimorismo está ahí, el dinero del fujimorismo está en todos esos carteles que han empapelado todo el Perú de un extremo a otro. Entonces, ¿qué sería la elección de Keiko Fujimori? Sería la reivindicación de la dictadura, una dictadura que ha sido, probablemente, la más corrompida de la historia del Perú. Nunca se robó tanto en el Perú. Y una de las más sanguinarias también por la cantidad de gente muerta, víctimas inocentes que fueron sacrificadas de una manera verdaderamente atroz con el pretexto de la lucha contra el terror” [5]

Keiko Fujimori es una candidata que no avala experiencia laboral ni justifica los gastos de sus estudios. Fue congresista y su labor no fue productiva. Además, no ha dado cuenta de la millonaria campaña política que ha realizado para estas elecciones presidenciales. En una conferencia en Washington, esta semana, Vargas Llosa ha sido duro en sus apreciaciones:

“Hay varias razones. Cuentan con unos medios extraordinarios, hay un país que ha sido empapelado de propaganda hace muchos años y es lógico, el fujimorismo tiene unos recursos que son casi inagotables, nunca se robó en el Perú como se robó en los años de Fujimori en el poder, entonces tienen muchos recursos y esos han sido muy bien utilizados” [6].

El hecho está en que la campaña que ha desarrollado Keiko se ha basado imponiendo la figura de su padre. De alguna manera, al grueso de los votantes peruanos no les es de mucha importancia la violación de derechos humanos ni la corrupción del gobierno dictatorial, sino el hecho de haberle dado “tranquilidad”. Sobre el tema que Fujimori hace gala como caballo de campaña política, el hecho de haber derrotado al terrorismo, uno de los peores episodios que vivió el Perú, Vargas Llosa también se ha referido:

“Después hay toda una leyenda que tiene que ver con que Fujimori terminó con el terrorismo, que Fujimori trajo prosperidad; son leyendas que han sido minuciosamente construidas por la propaganda […]. No es verdad que Fujimori acabara con el terrorismo, él practicó un tipo de terrorismo de Estado contra el terrorismo de Sendero y del MRTA que llenó de sangre y cadáveres el país. Quién mató más gente, no se sabe, pero mataron gente de los dos lados de manera monstruosa y crearon una situación invivible” [6].

Elegir a Keiko Fujimori como presidente podría ser, como lo ha dicho el Nobel en varias entrevistas, una reivindicación de la dictadura, probablemente, la más corrompida de la historia del Perú. Y esto, en gran medida, tiene un fundamento bastante sólido, pues de lo contrario Fujimori no estaría encarcelado y sus familiares prófugos de la justica.

“Creo que si [Keiko] ganara las elecciones sería una reivindicación de una de las peores dictaduras que ha tenido el Perú, una de las más sangrientas y corruptas. Votar por la hija del dictador – que lo primero que va a hacer es abrir las cárceles y sacar a los fujimoristas, empezando por su padre – para que pasen a gobernar, sería una gran desgracia” [7].

El panorama que tiene el Perú es ese. Se trata de un país desvalido y ansioso de respuestas. Al parecer, a la mayoría de peruanos no les importa el pasado corrupto ni el hecho que ese episodio se repita. No representa una amenaza o quizá no entienden la magnitud que ello significa. La memoria colectiva parece haberse vuelto selectiva y, por ello, no hay rezagos ni índices de dolor. La libreta de recuerdos parece haberse quedado vacía, con rezagos de dignidad. Por ello, el pasado 5 de abril se realizó una multitudinaria marcha contra la candidatura de Keiko Fujimori, inclusive, apoyada por el presidente Ollanta Humala [8].

El Perú está abatido, pero todavía hay una conciencia que busca impedir que se retroceda en el tiempo. El país sufre los estragos de una ciudadanía dividida, alejada, un país fragmentado por la desidia de buscar mejorar el rumbo político. Es como vivir una nueva colonia, un espacio donde la ausencia de cultura ha calado en la mayoría de los votantes y ha alterado su criterio, su juicio. No se nos impide los libros, pero se nos impone la cultura del facilismo con una televisión putrefacta y corrompida y una educación que se cae por pedazos. En ese escenario, no seremos los indios que leen, piensan, analizan y se rebelan. Seremos, simplemente, las marionetas de esos conquistadores, no españoles, sino japoneses.

Fuentes:

[1] Semana económica. (15 de marzo de 2016). El Perú se ubicó en el cuarto lugar en ranking de países más ignorantes del mundo. Recuperado de http://semanaeconomica.com/article/sectores-y-empresas/educacion/183079-el-peru-se-ubico-en-el-cuarto-lugar-en-ranking-de-paises-mas-ignorantes-del-mundo/
[2] Reportaje al Perú. (31 de octubre de 2014). Bitácora de la memoria: “¿Qué pasó en Perú tras el ´autogolpe´ del 5 de abril de 1992?”. Recuperado de http://www.reportajealperu.com/2014/10/bitacora-que-paso-en-peru-tras-el-autogolpe-del-5-de-abril-de-1992.html
[3] Revista Lawyer. (1 de agosto de 2013). Los top 10 gobernantes más corruptos: Alberto Fujimori ocupa el 7° lugar entre los más corruptos del planeta. Recuperado de http://revistalawyer.com/index.php/actualidad/noticias/item/1201-los-top-10-gobernates-mas-corruptos-alberto-fujimori-ocupa-el-7-lugar-entre-los-mas-corruptos-del-planeta
[4] La República. (6 de febrero de 2016). Susana Higuchi al Congreso: “Sí, señor presidente, sufrí torturas con electroshock”. Recuperado de  http://larepublica.pe/impresa/politica/739640-susana-higuchi-al-congreso-si-senor-presidente-sufri-torturas-con-electroshock
[5] La República. (29 de febrero de 2016). Mario Vargas Llosa: “Elección de Keiko Fujimori sería la reivindicación de la dictadura”. Recuperado de http://larepublica.pe/deportes/745003-mario-vargas-llosa-eleccion-de-keiko-fujimori-seria-la-reivindicacion-de-la-dictadura
[6] RPP. (11 de abril de 2016). MVLL atribuye triunfo de Keiko Fujimori a sus «recursos inagotables». Recuperado de http://rpp.pe/politica/elecciones/mvll-atribuye-triunfo-de-keiko-fujimori-a-sus-recursos-inagotables-noticia-953029
[7] Perú21. (7 de abril de 2016). Mario Vargas Llosa sobre Elecciones 2016: «Votar por Keiko Fujimori sería una gran desgracia». Recuperado de http://peru21.pe/politica/vargas-llosa-sobre-elecciones-espero-que-keiko-fujimori-no-gane-2243289
[8]. Radio Exitosa. (5 de abril de 2016). Presidente Humala apoya marcha del 5 de abril contra Keiko Fujimori. Recuperado de http://www.radioexitosa.pe/elecciones2016/expl79309-presidente-humala-apoya-marcha-del-5-de-abril-contra-keiko-fujimori

 

 

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