estoy sentado sobre el mundo, el mundo es una cama, pero no estoy sentado sobre una cama, estoy sentado sobre el mundo, sobre dolores, sobre suspiros, sobre recuerdos y angustias y porvenires inciertos que se estremecen como hojas… el mundo es un árbol y yo estoy cubierto de sus hojas, soy el mundo, cada hoja un sentimiento, una degradación distinta de dolor y de felicidad, hay hojas que son las dos cosas a la vez, hay ramas que se pierden hacia mi interior, no son raíces, son ramas busca-corazones… no lo han encontrado porque sigo vivo… sobre mis ojos tengo puesta una venda de jamón pata negra, me ayudan a ver el mundo desde un punto de vista más carnal, más salao… me pierdo, no me angustia, me gusta perderme, estar perdido es lo más cercano a ser libre, no tienes condicionantes ni reglas, no conoces tus límites, estar perdido es fantástico… me pierdo y me gusta, me hace respirar, palpar, degustarlo todo con un toque de verdad, de por qué a las veinteañeras les gusta pegarle los cuernos a sus novios semi-adolescentes con cuarentones aparentemente inofensivos.
Ayer soñé con su sándwich, soñé que el seandwish era el mundo, pero cuando me lo comía, no me estaba comiendo el mundo, me estaba comiendo el sándwish ue por unos instantes fue el mundo… eso pasa, hay cosas, gente, circunstancias, pueblos, que por un momento son el mundo, simbolizan el mundo para ti, TODO lo que te importa, lo que te satisface, el mundo cabe en un segundo o en un sentimiento, o en unos ojos que brillan al mirarte con tanto amor, que ese es el mundo, ahí mismo, condensado, lo demás es espacio vacío, materia oscura, mierda sideral…
estoy sentado sobre el mundo, el mundo, ahora mismo, son tus nalgas, pero no estoy sentado sobre tus nalgas, estoy sentado sobre el mundo….