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El olvido es negocio

El 1º de enero de 1985, un avión de la Eastern Airlines, el famoso Vuelo 980 de Asunción a Miami, se estrelló contra la magnífica montaña Illimani en la llegada a una escala en La Paz, Bolivia. Mueren todos. Los esfuerzos de rescate –breves o misteriosamente abortados, nunca encuentran ni las cajas negras, ni los restos de la nave, ni los cuerpos.

Comentario sobre la novela Lino Martínez y la espalda de Dios (Plural Editores), de Solange Behoteguy


En un momento histórico en que una nueva ola de gobiernos progresistas en América Latina ha logrado reducir el coeficiente Gini de desigualdad y agrandar las clases medias, han cometido graves errores, sobre todo con la soberbia de poder. Uno podría sentir nostalgia por los good old days.

Pero la nostalgia es engañosa y contraria a la memoria verdadera. Para recuperar el poder, las fuerzas del pasado usan el arma del olvido. La novela Lino Martínez y la Espalda de Dios ayuda a recuperar la memoria de épocas aterradoras, con lirismo, con un sentido de humor refinado y unos personajes que el lector jamás olvidará.

El 1º de enero de 1985, un avión de la Eastern Airlines, el famoso Vuelo 980 de Asunción a Miami, se estrella contra la magnífica montaña Illimani en la llegada a una escala en La Paz, Bolivia. Mueren todos: 19 pasajeros y 10 tripulantes. Los esfuerzos de rescate –breves o misteriosamente abortados, nunca encuentran ni las cajas negras, ni los restos de la nave, ni los cuerpos. Entre los muertos se cuentan la esposa del embajador estadounidense en Paraguay y varios ciudadanos coreanos. Estos son los hechos.

Allí comienza la novela. Treinta años más tarde, uno de los personajes principales, el comisario Lino Martínez, tiene una obsesión: descifrar el misterio. El detonante de la obsesión es el asesinato de una antigua azafata.

  • ¿Por qué acaban de matar a María Inés, la ex azafata? Horas antes del vuelo, ella decidió no volar ( para mala suerte de su reemplazante). El comisario Lino Martínez sospecha que su asesinato tiene algo que ver con lo que ella sabía del desafortunado vuelo.
  • ¿Qué significa que muera en al accidente la esposa del antiguo embajador estadounidense en Paraguay y también agente de la CIA? En la novela su esposa se llama Holly Falwell, y es acompañada en el vuelo por el asistente del embajador Harry Kemps, director del Cuerpo de Paz en Paraguay.
  • ¿Qué ha pasado con los documentos en manos de Kemps que contenían información sobre el infame Plan Cóndor (el acuerdo entre dictadores sudamericanos) y el apoyo a los Contras de Nicaragua?
  • ¿Qué pasa cuando el polvo blanco de cocaína se mezcla con la nieve blanca de la montaña? En 1986 (es un hecho) 22 miembros de Eastern fueron declarados culpables de haber usado los vuelos para transportar cargas de 300 libras cocaína de Sudamérica a Miami. ¿El accidente tendría algo que ver con el tráfico de cocaína?
  • Con el deshielo de los glaciares de Illimani causado por el calentamiento climático, podrán recuperar los vestigios de la colisión del Vuelo 980 contra la montaña icónica?

La novela comienza con la visita del inspector Lino Martínez a la hacienda renacentista del ex –embajador Falwell en Paraguay. Rodeados de cuadros originales, estantes de libros sobre Milton Friedman [antiguo consejero económico de Pinochet y héroe del equipo económico de Trump], la colección completa del Readers’ Digest y un libro lujurioso sobre la historia de pornografía, los dos comienzan un duelo de palabras.

Lino persiste en sus preguntas a pesar de la llegada de Escolástico, el sicario de Falwell. El embajador esquiva.

Falwell: No se olvide que “el accidente tiene un lugar privilegiado en el mundo.”

Lino: El asesinato. Camus dijo “asesinato”.

Falwell: Accidente o asesinato, da lo mismo. Keimus está muerto.

Otro personaje fascinante es Elmira, la antigua guerrillera urbana que aparece manejando un taxi en una misión para salvar la vida del comisario. Por medio de Elmira, las fronteras entre la hermosura y la fealdad se borran: un  tema recurrente en la novela.

La vieja, que parecía salir de un cuento de Rulfo, se rió haciendo chirriar la dentadura postiza y sin cubrirse la boca con la mano. Había aprendido sonreír mostrando los dientes. A reír sin vergüenza.

El rosto de Elmira no iba acompañado de adjetivos ni de romanticismo. Sus arrugas no transmitían conocimientos, ni sabiduría, eran arrugas y punto. Elmira era bella.

Lino, que tiene la habitud de soñar despierto con bellas jóvenes, se siente verdaderamente atraído por esta mujer que ha vivido todos los pavores   de la época de dictaduras.

Otro personaje que se destaca es Fulcrán, el  fotógrafo argentino que intenta subir al Illimani para documentar la tragedia. Por impulso romántico, se ha casado con la hija del canciller de Bolivia. Ella ve en él un Bogart, y él piensa haber encontrado a su Ingrid Bergman. El romanticismo es una ilusión. Su vida con ella era cada vez más aburrida. Se había casado con una mujer que cambiaba las sábanas después de hacer el amor.

No hay espacio en esta reseña para mencionar a los otros personajes.

Sin embargo es necesario destacar que la montaña Illimani es también protagonista de la novela. A 21.122 pies sobre el nivel de mar (6.462 m), el masivo y enigmático Illimani, que se eleva en el este de la región de los Andes,  con inmensas rocas y glaciares,  parece un Buda gigante, dominando la ciudad de La Paz. Sus crestas tienen tantas texturas y sombras que la montaña parece cambiar su forma a lo largo del día.

La gente creerá que al Illimani no le gustan los gringos y que si por alguna razón éstos se atreven a subir, la montaña se los traga enteros.

Después del accidente, el canciller de Bolivia y la embajada de los EEUU comienzan expediciones rivales, cada uno tratando de llegar primero al sitio del accidente. Las escenas de expedición son alucinantes. El personaje andinista boliviano en la novela fue en la vida real, Bernardo Guarachi, una leyenda en Bolivia por haber sido el primer boliviano en escalar el Everest.

El  nombre de Guarachi nunca fue mencionado en el reporte oficial sobre el accidente, lo cual dio origen a varias teorías de conspiración. Los enredos son elaborados exquisitamente en la novela, pero sin conexiones demasiado obvias: hay lazos invisibles entre los hechos (p. 77).

La profunda intensidad de la historia hace contraste con la gran agilidad de la prosa de Solange Behoteguy. Uno siente el impulso de leer volando con el ritmo del lenguaje sensorial pero a la vez hay el contra-impulso de releer pasajes enteros para saborearlos.

¿Al final, qué pasó con el vuelo 980? Algunas teorías emergen en la novela, vinculadas con las guerras sucias en Sudamérica y las relaciones entre los militares nacionales, las embajadas de los Estados Unidos y los grupos paramilitares. En Lino Martínez y la espalda de dios los personajes tienen que afrontar estas fuerzas, a sabiendas de que: El accidente no sólo se había llevado la vida de los pasajeros del vuelo 980, sino que además toda la gente que por algún motivo había intentado la verdad estaba muerta o había sido encarcelada.

La novela se destaca principalmente por su lirismo sensorial, sus personajes extraordinarios y el realismo mágico de su “story telling”.

Sin embargo, fluyen temas políticos a través de la novela, rompiendo los muros del olvido.

Hablando del Paraguay, Elmira le dice a Lino:

“Escuche extranjero, este país ha vivido la mayor parte de su vida bajo la dictadura y eso no se olvida.”

“Tiene razón. Treinta años no se olvidan fácilmente.”

“Un día. Es imposible olvidar un día de dictadura.”

P.D. En la llegada a La Paz, al aeropuerto comercial más alto del mundo, el avión tiene que subir antes de bajar. La cordillera de los Andes forma una barrera para los vuelos que vienen del sur y este. El vuelo 980 habría sido el segundo aterrizaje en La Paz para su piloto.

 

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