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El asesinato más glam de Miami

Los medios crearon más de una leyenda urbana en torno a la muerte de Gianni Versace: crimen pasional, ajuste de cuentas con la mafia, entre otras. Lo cierto es que, a dos décadas del crimen, aún sigue siendo un misterio que nunca se resolverá.


Diez años le tomó a Miami dar vuelta de página a esa patibularia década ochentera que la marcaría de por vida. Sin embargo, en la mañana del 15 de Julio de 1997, dos balazos volvieron a ubicarla en la sección de crimen y policiales del mundo entero.

El primer asesinato que cometió Andrew Cunanan (National City, California 1969 – Miami, Florida 1997) lo llevó a cabo en Minneapolis. Sus víctimas fueron David Madson y Jeff Trail. Cunanan, vividor de empresarios con dinero y status social, se refería a Madson como el amor de su vida, con quien quería casarse. Se presume que la causa del asesinato fue un ataque de celos: a Trail lo encontraron en el departamento de Madson con el cráneo perforado por un martillo, y unos días después apareció el cuerpo de Madson, entre la grama, en la calle. A partir de ahí Cunanan empezó un periplo en el Jeep de Madson y su siguiente punto fue Chicago, donde su próxima víctima sería un hombre de más de setenta años, Lee Miglin, con quien nunca estuvo vinculado. Luego recaló en New Jersey, donde cobró la vida de William Reese, a quien tampoco conocía. Para entonces el rostro de Cunanan figuraba ya en la prensa como FBI American Most Wanted. Todo señalaba que New York seguía en la lista, pero allí solo estuvo unos días, procurando pasar desapercibido, y enrumbó al paraíso más al sur de Estados Unidos: Miami Beach, donde llegó a mediados de mayo bajo el nombre de Andrew Da Silva y se hospedó en el Normandy Plaza. Aquí no escatimó en frecuentar clubs gay, presentarse a castings para cine porno gay y de hacer la vida de un transehunte más. Pero la estampa de Wanted, por el FBI, lo delataba en cada esquina y las autoridades no tardaron en recibir alertas sobre su presencia.

El resurgimiento de Miami a inicios de los noventa, atrajo interés a nivel mundial. El Art Decó y sus colores pastel, bien reivindicados por Sonny Crockett en Miami Vice, lograron que artistas y celebridades fijaran su residencia en Miami Beach. Uno de ellos fue el diseñador Gianni Versace, con su pareja Antonio D’ Amico, que, en 1992, adquirieron una mansión estilo Mediterranean Revival, en la entonces esplendorosa Ocean Drive, la cual redecoraron y llamaron The Casuarina. Si bien era habitual encontrar a Versace por el vecindario, en las mañanas solía enviar a uno de sus asistentes en busca de los diarios. Pero el 15 de julio prefirió caminar él hasta el News Café -uno de sus lugares predilectos-, confundirse entre los comensales que hacían antesala a un día de playa, ordenar una taza de café y hacerse de algunas revistas. Después, de regreso a The Casuarina, fue embestido en la puerta por un sujeto desconocido que empuñaba una pistola. Se trataba de Andrew Cunanan, que jaló dos veces el gatillo de la Taurus calibre 40 –la misma con la que asesinó a William Reese–, perforándole el cerebro y el rostro y bañando de sangre la acera y el coral de las gradas. Mientras trasladaban a Versace hacia el Jackson Memorial Hospital, donde clínicamente se le declararía muerto, la fachada de su mansión se llenaba de prensa y policías, y Cunanan se escabullía entre los alleyways, con la frialdad de quien ha asesinado a cinco personas en menos de cuatro meses.

El 24 de julio un ruido de bala desde el interior de un boathouse alertó al vecindario. Cuando The Miami Beach Police Department intervino el lugar, halló al serial killer Andrew Cunanan, sin vida, junto a la misma Taurus con la que se ocupó de Versace.

 

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