BIOGRAFÍA
Mónica Bustos (Asunción, 1984). En el 2010 obtuvo el Premio Augusto Roa Bastos por su novela Chico Bizarro y las moscas, ese mismo año participó del programa de Residencia Artística para Creadores de Iberoamérica, llevada a cabo en Ciudad de México. Otras novelas publicadas: León Muerto, en el 2004; Novela B,en el 2013; Humberstone, 2016. Sus relatos han aparecido en la antología Comboio con Asas, Portugal; y Mar Fantasma, antología binacional con autores bolivianos y paraguayos.
BIBLIOGRAFÍA
Narrativa
–Chico Bizarro y las moscas. (Alfaguara, 2010.)
–Novela B. (Suma de Letras, 2013.)
–El club de los que nunca duermen. (Alfaguara, 2013.)
–Humberstone. (El Lector, 2016.)
–León Muerto. (Cría Cuervos, 2004.)
–Complejo de Bustos. (Cría Cuervos, 2005)
-“La cuestión es sencilla” en la antología de relato Comboio con Asas. Ed. Antonio Fournier. (Funchal Cámara Municipal, 2008).
-“Ofiuco” en la antología de relato Mar Fantasma. (Paraguay: Arandura, 2018. Bolivia: Kipus, 2018)
Háblame un poco de los últimos libros que has publicado.
Los más importantes para mí han sido Chico Bizarro y las moscas (Alfaguara, 2010) y Novela B (Suma de Letras, 2013, pero si tengo que hablarte del último libro que publiqué, ese sería Humberstone, en el 2016, una novela corta, cien páginas, que formó parte de una colección de literatura paraguaya para el Diario ABC de mi país. Escribí Humberstone intentando encontrarme nuevamente como escritora. Me acababan de diagnosticar hipertiroidismo, pero ya llevaba meses con la enfermedad sin saber lo que tenía, y la novela nace de esa sensación de perder el control sobre tu propio cuerpo, como si se rebelara desconectándose de mi voluntad. Por ejemplo, temblaba tanto que no podía ni siquiera sostener un lápiz y escribir mi nombre. Durante ese tiempo me resultaba físicamente imposible escribir, a veces hasta pensar. Escribir Humberstone fue como entrar al cuerpo de otra persona, como si yo hubiera sido un ente ajeno intentando poseer este cuerpo para obligarle a mis manos a pulsar en el teclado las teclas que se negaba a tocar. La escribí en dos o tres meses y fue liberador. Ahora la veo como una novela menor, pero si pienso en lo que significó para mí, creo que le doy más valor. La novela es sobre un hombre que regresa al desierto a buscar a la hija que perdió hace muchos años, en esa travesía ocurren situaciones extrañas, a veces surrealistas. Me gustan mucho los freaks, pero no los busco intencionalmente, de verdad, anhelo escribir sobre personas comunes y corrientes, pero al final a todos les encuentro su freak interior; en la vida real, también, si observás mucho a alguien tarde o temprano les descubrís algo peculiar, todos tienen algo monstruoso en algún lugar de su ser, aunque algunos saben disimular. En Chico Bizarro hay una banda de delincuentes, todos se sienten marginados por la sociedad y cada uno tiene algo que lo hace raro ante los demás, pero funcionan como un grupo; y en Novela B hay muchísimos personajes, pero todos andan solos, todos se sienten solos, a veces se encuentran, a veces los encuentros duran poco, a veces, se quedan congelados en el tiempo.
¿Qué blogs, revistas electrónicas u otros sitios en internet recomendarías para descubrir a autores noveles hispanohablantes?
El blog de Eterna Cadencia, Revista Qué Leer y también Zenda Libros. Revista Lee+, de México, en su página se pueden leer y descargar las revistas completas.
¿Cuáles son tus referentes en la literatura iberoamericana?
Hay tantos, pero cito algunos, Juan Rulfo, Elena Garro, Clarice Lispector, Rodrigo Fresán, Gonzalo Rojas.
¿Qué otros autores y autoras han tenido influencia en tu obra?
Siempre me resulta difícil definir influencias, tal vez uno pueda tener ganas de escribir como otro autor, pero no siempre sale, otras veces sin querer, sin darse cuenta, uno escribe parecido a cierto autor y otra persona es la que se da cuenta de la similitud, pero no el autor.
Cuando era chica me gustaba mucho Poe y Dostoevsky, estaba enamorada de ellos, no sé si eso cuente como influencia. Creo que la influencia que ejercieron sobre mí tiene que ver con el amor a la lectura, y encontrar satisfacción en la escritura. Sin embargo, estilísticamente, nunca pienso en otro escritor cuando escribo, pienso en películas, así que podría decir que los autores que me influenciaron fueron Quentin Tarantino, David Lynch y Ed Wood.
¿Qué nuevos escritores y nuevas escritoras hispanohablantes recomendarías?
No sé si entren en categoría nuevos, propiamente dicho, tienen trayectoria; son nuevos en el sentido de que hay que leerlos para conocer la literatura actual de sus países: Fernanda Melchor (México), Enzo Maqueira (Argentina), Martín Felipe Castagnet (Argentina), Leonardo Sanhueza (Chile), Liliana Colanzi (Bolivia), Valentín Trujillo (Uruguay).
¿Qué autor o autora está subvalorado en tu país de origen?
¿Se puede responder que todos? Pienso que la literatura está subvalorada en mi país.
¿Y ahora qué autor o autora está totalmente sobrevalorado en tu país de origen?
No creo que haya escritores paraguayos sobrevalorados, la literatura paraguaya casi no existe en el plano literario internacional, así que llamar sobrevalorado a un autor paraguayo solo porque sale una nota sobre alguno de sus libros en un medio nacional una vez al año, sería muy despreciable de mi parte. La mínima atención que genera un escritor en el ámbito nacional podría fácilmente confundirse con sobrevaloración porque nunca hay mucha difusión de obras, no hay crítica literaria, no hay, por así decirlo, un sistema que genere interés en la lectura. Por otra parte, hay algunos que se sobrevaloran solos, pero eso no cuenta.
¿Cuál ha sido tu peor (o mejor) borrachera en una feria del libro?
Tal vez las que no recuerdo, las que puedan relatar los que me vieron. Y a veces es conveniente decir no recuerdo, mientras pasan los flashbacks por la mente. Pero dejando de lado las situaciones de ridículo, y si pienso en qué podría ser considerada la mejor borrachera, tendría que pensar en alguna de la que haya sacado algo bueno, y eso sería en Chile, con una casi intoxicación con un exceso de ese trago que se llama Terremoto, tuve hasta alucinaciones, y esa experiencia influyó en el desarrollo de algunos personajes de Humberstone y también en un capítulo de una novela inédita que tengo.
¿Qué serías si no fueras escritor o escritora?
No se me ocurre nada, aunque a veces fantaseo con que tengo un restaurante chiquito en la Patagonia, cuatro o cinco mesas, yo cocino, yo sirvo. Se abre tarde y cierra temprano.
¿Qué viene luego de Borges en tu biblioteca?
Bustos Domecq. Después, Bustos, a secas, sabés, esos ejemplares propios de las primeras tiradas que uno nunca se anima a volver a leer.
¿En qué estás trabajando ahora?
Tengo una novela terminada, pero no sé si la llegaré a publicar, cada vez se hace más difícil que lo que escribo encaje en alguna línea editorial, cada vez es más difícil encontrar a alguien que quiera correr riesgos. Después de terminar esta novela, empecé otros dos proyectos, una novela y lo otro no sé qué es. Lo cierto es que, aunque todavía no se concrete nada para la novela inédita que tengo, el show debe continuar.
¿Cuál va a ser tu próxima lectura?
Tengo varios libros por la mitad, y algunos prestados que ya tengo que devolver porque los tengo secuestrados desde hace mucho, estoy todo el tiempo leyendo un poco de cada uno. ¿Ves cuando lees algo que te gusta demasiado y te da ganas de escribir? Parece que vivo constantemente con eso, leo y tengo que parar para ir a escribir, creo que la mejor reacción que podés crear en un lector es que sienta ese impulso de ir a escribir, como si removieras algo en sus entrañas y hacerlo levantarse de donde está y mandarlo a sentar a otra parte para que expulse todo lo que tiene adentro; Hemingway dijo sentarse y sangrar, y yo acá haciendo una analogía escatológica.
No tengo un plan de lectura, a veces, en vez de empezar algo nuevo, vuelvo a leer algo que ya leí; y ahora mismo, mientras pienso en esta respuesta, también pienso en que definitivamente lo que debo hacer es terminar de leer Stoner.
Lee extractos de las novelas Chico Bizarro y las moscas y Novela B.