(Este poema es un fragmento o un poema que conforma un texto de mayor longitud).
No soy
experto en nada
los temas se me intuyen y
luego se van
como llegaron.
Por poner un primer ejemplo,
de Dios sé muy poco:
le gustan las mayúsculas, las vírgenes,
la sangre, la holgura con que el color
negro maniata su niñez.
No sabe que también deja de existir
como la última gota de lluvia
que apenas comienza a caer
O quizá es tan enorme que ignora
otras existencias.
Creo que no
le teme a nada porque está
en todas partes: en el clóset y debajo de la cama
al mismo tiempo que se acuesta a nuestro lado
mientras le pedimos ese aumento,
la salud de los vecinos o la capacidad
de teletransportarnos.
Dice que nadie se atreve a pedir
por la cura del sida o el fin
de la corrupción, pero quién
podría creerle a estas alturas.
ignora del calendario,
tampoco
ha sido el mismo nunca y con eso
basta, es suficiente.
Lo que nos ahorraríamos en robles,
en agua, en relojes, en la invención del prójimo
y la invención del pensamiento del prójimo, en antónimos,
en sonidos sin ton ni son y en esto mi voz
no tiene duda: Sin Dios, la posteridad del mundo
sería más promisoria.