Asilo

Obama se ha ido, Fidel murió, Bowie regresó a Marte —solo había caído a la tierra por un instante, vino por agua y se quedó en el alcohol, pero al final, se decidió por la música, y lo etílico en su organismo alienígena desapareció, nos dejó la música y la ropa, nos dejó el maquillaje y un rayo de luz en la cara de las mujeres a las que amamos—. Obama se fue, tengo un afiche de él colgado en mi pared, justo enfrente de donde escribo, es un supuesto Obama fumando Cannabis; cada que quiero cambiar el rumbo de una situación pienso en él, no en la marihuana en sí, sino en el hecho de poder cambiarlo todo a base de voluntad e inteligencia, de carisma y paroxismo. ¡Cielos! Cuánto voy a extrañar sus discursos frente a todos los latinos sin techo de Norteamérica. Obama se ha ido ¿y qué nos queda? ¿tumbarse a llorar? llorar, sí, pero llorar de pie, trabajando; vale más sembrar una cosecha que llorar por lo que se perdió.

Se fue la esperanza y nos queda una sabandija emergida de los cajeros automáticos, de las oficinas de finanzas, los concursos de Miss Universo y los Reality Shows. Trump es un Cameo de cine frente a la nación. ¿No es está una pesadilla? De ser así, que alguien me despierte con un pellizco, y que ese alguien sea un mexicano, por favor, y que no esté llorando la situación, si no es mucho pedir, que tenga las manos sucias por el arado de la tierra, por la pizca, por trozar el tallo de las manzanas, de las naranjas bajo largas jornadas de sol avasallante, que seas tú, oh latino, quien me despierte de esta opresión, que despertemos juntos.

El presidente “electo” es inferior, sabe actuar y le han dado ya el guión; pero nosotros vamos a dirigir la película, somos El indio Fernández dirigiendo nuestro propio melodrama y será algo caótico, filmaremos nuestro ¡’Qué viva México’! En el país de las armas mortales y los Pearl Harbor, no queremos, no, no queremos encontrar al soldado Ryan, nos importa un pepino. Vamos a traer hasta aquí a Emiliano Zapata, dentro, muy dentro de tus escarpines, tus televisores, tus almohadas y Big Macs, dentro de tus Special K. Emiliano Zapata siendo ingerido por los gringos, frente a un presidente consejero de Macaulay Culkin, el eterno drogadicto pueril. Vamos a despertar. Ven, pellízcame, pícame la cresta y despertaré a otro latino más, porque el mundo entero es de nosotros y el presidente es una farsa, pero ya sabes, el mentiroso tiene dos males: que ni cree y ni es creído.

Si no es así, si no me despiertas antes de la catástrofe, si un latino no despabila al otro y al otro y al otro frente al gran desfile zombie gringo, entonces no quiero estar más aquí. Noruega, Australia, Suiza, Dinamarca, incluso Los Países bajos, ¡vengan por mí!, sé trabajar bajo el sol, la nieve y el cacicazgo, sé remar aunque mis manos estén estropeadas, aunque tenga canas, aunque esté viejo, yo tengo un fucking corazón fuerte para trabajar y para darle a tu gente el bienestar que necesita. Dame asilo, mundo, ven por mí, te espero, sácame de este socavón de mentiras, de esta transmisión sin sentido, de este anfiteatro disfrazado de democracia.

Yo, Mixar López, te pido asilo, no pido más, me alimento poco y duermo menos. Dame trabajo y dame letras, dame cultura y dame verdades, ampárame, cobíjame, guaréceme. Sólo quiero un refugio para un hurón, un refugio para entender bien las cosas, “porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón”.

Mixar López - Voto Latino

Voto Latino es una columna de política, de periodismo cultural, de crítica literaria y musical. Es la democracia vuelta carácter, convertida en letra, transformada en grafía, en razón y en sapiencia. Es la voz de un latino más en EEUU, una voz frágil que representa la fuerza, la eufonía de los desprotegidos, de los mexicanos que conforman el engranaje económico del ominoso país del norte; de los latinos que bailan al son de un inglés soso. El Voto Latino de Mixar López no es una estratagema más de la propaganda, de la exégesis del discurso demagogo. Voto Latino no es la voz del poder, sino de quien lo hace valer. Los electores hispanos en Estados Unidos son cada día más independientes, y están más inclinados a participar en las decisiones que afectarán su vida a través del voto, en este espacio Mixar López va a dar fe de ello. Voto Latino es una columna no partidista y sin fines de lucro, fundada por el escritor, periodista cultural y cronista Mixar López, para promover la cultura, integrando a miles de lectores latinos en el proceso político y cultural. Una columna que alentará la participación cívica y lectora. Voto Latino producirá grafías en el medio de comunicación más exitoso de Estados Unidos, con entrevistas encabezadas por celebridades que alentaran a los jóvenes latinos a integrarse en el movimiento cultural latino. Voto Latino es una columna firmemente convencida de que será la bandera de la nueva generación de jóvenes Latinos de los Estados Unidos, que dará forma a la democracia y la cultura de La Jaula de Oro. Mixar López (México,1975) es narrador, cronista y periodista musical. Es colaborador de las revistas Vice - Noisey, Operación Marte, El Fanzine, Fanatika, Melo Magazine, Radar Magazine, I Noticia, Letras Explícitas y Quarter Rock Press la primera agencia de noticias de rock en Latinoamérica. Desde hace tres años vive en Des Moines, Iowa, Estados Unidos. En 2017 se publicará su primer libro de crónicas, Prosopopeya: La voz del encierro.

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