Atrás han quedado los tiempos en que una reseña de un crítico en una revista o un suplemento literario era más que una referencia certificada para la lectura de un libro. Si bien los críticos siguen teniendo su espacio y todavía son considerados por lectores más avezados, lo cierto es que Internet y las redes sociales han sido determinantes para que las nuevas generaciones empiecen a considerar como nuevas voces de sugerencia a los Booktubers, principalmente en una comunidad juvenil que ha crecido viendo videos. La influencia de esta comunidad ha ido tomando tanta fuerza que las editoriales los buscan, los invitan a sus presentaciones y, como a cualquier crítico literario, les envían libros mensualmente.
Los Booktubers (término dado a aquellos que se dedican a realizar videos en Youtube sobre libros) surgieron en habla inglesa hace aproximadamente ocho años. En castellano los primeros hace cerca de seis. Ahora bien, el promedio de edad de los suscriptores de los canales de booktubers, en idioma español, con más seguidores son jóvenes de entre 13 y 28 años. En cuanto a la temática, los canales más visitados son aquellos especializados en literatura fantástica, la de autoayuda y la relacionada con conflictos juveniles. Si tenemos cuenta que canales como el de la mexicana Fátima Orozco “Las palabras de Fa” tiene casi 350,000 seguidores y que en España varios superan los 100,000, entonces es comprensible que llamen la atención de las casas editoriales.
Si bien es cierto que hay Booktubers que dedican sus videos a clásicos y a otras literaturas, su relevancia en likes y seguidores es considerablemente menor. En cuanto a su capacidad de persuasión en la comunidad juvenil hay que tener en cuenta que muchos de estos nuevos promotores son personas de entre 20 y 40 años, que además se expresan con un lenguaje informal que es afín con su comunidad, hecho que los desarma de la formalidad del mundo literario y académico. Y es que para entender mejor la comunidad Booktube, como dice Hugo Marroquín, quien ha trabajado en el mundo del mercadeo editorial, hay que tener claro que no son críticos ni tienen como objetivo serlo. “Son personas que simplemente opinan sobre las lecturas que disfrutan, tal y como lo hace cualquiera en su cotidianidad”.
Tal parece que es justamente esto lo que quieren los jóvenes, que más que críticos buscan en esta comunidad audiovisual personas similares a ellos que, en un lenguaje directo y sin ambages y más bien presto a lo divertido, les comente sobre un libro en cuestión que pueda ser de su interés.
Es así que su relevancia sigue creciendo y aunque muchos de ellos dicen que no se han propuesto ser críticos, el trato que empiezan a recibir por parte del mercado literario hace que su figura se vaya consolidando con luz propia tanto en su nicho de literatura juvenil como en otras, pues como resalta Cecilia Barragán, quien ha trabajado en el área juvenil de Penguin Random House, un autor como “John Green mantiene una relación cercana con ellos. Su escritura es muy juvenil por lo que ambas partes se han sentido cómodas y los booktubers han recomendado en varias ocasiones sus libros. Pero también han logrado acercar a autores como José Saramago o Mario Vargas Llosas y transmitirle el gusto por ellos a sus seguidores”.