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enero 19, 2017

Tócala otra vez, Sam

La mirada perdida en un halo de nostalgia, los labios sin articular palabra, lo decían todo, y es que la sencillez de su rostro irradiaba

Alas

Las primeras casas en caer fueron las del lado norte del pueblo. Se desmoronaron en un estrépito de terrones húmedos en medio de la mañana

Tócala otra vez, Sam

La mirada perdida en un halo de nostalgia, los labios sin articular palabra, lo decían todo, y es que la sencillez de su rostro irradiaba

Alas

Las primeras casas en caer fueron las del lado norte del pueblo. Se desmoronaron en un estrépito de terrones húmedos en medio de la mañana

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