La trágica felicidad de Lucía Berlín
Hugo Fontana
20 septiembre, 2016
“No me importa contar cosas terribles si consigo hacerlas divertidas”, dice Lucia Berlin en “Silencio”, uno de los cuarenta y tres cuentos recogidos en Manual
“No me importa contar cosas terribles si consigo hacerlas divertidas”, dice Lucia Berlin en “Silencio”, uno de los cuarenta y tres cuentos recogidos en Manual
El lector quiere leer historias de acá, historias que lo representen y le hagan explorar su propia experiencia. El ser latino, ya sin importar nacionalidades,
a.m. bolsas de plástico aletean entre las púas, el sol se estrella contra la luz del movimiento, sirenas verde amarillo rojo, sórdidos motores en ida
El embargo cubano tiene los días contados, y una reciente encuesta de Florida International University (FIU) marca el fin de una era de fervor político
“No me importa contar cosas terribles si consigo hacerlas divertidas”, dice Lucia Berlin en “Silencio”, uno de los cuarenta y tres cuentos recogidos en Manual
El lector quiere leer historias de acá, historias que lo representen y le hagan explorar su propia experiencia. El ser latino, ya sin importar nacionalidades,
a.m. bolsas de plástico aletean entre las púas, el sol se estrella contra la luz del movimiento, sirenas verde amarillo rojo, sórdidos motores en ida
El embargo cubano tiene los días contados, y una reciente encuesta de Florida International University (FIU) marca el fin de una era de fervor político
