
Lágrimas de joven verdugo
Esa vez lloré. Me temblaba una rodilla y gotas de sudor recorrían mi espalda. Mis manos saltaban como atacadas por el Parkinson y mi respiración se
Esa vez lloré. Me temblaba una rodilla y gotas de sudor recorrían mi espalda. Mis manos saltaban como atacadas por el Parkinson y mi respiración se
Esa vez lloré. Me temblaba una rodilla y gotas de sudor recorrían mi espalda. Mis manos saltaban como atacadas por el Parkinson y mi respiración se