Search
Close this search box.

“Whiplash”: con la sangre en los platillos

Whiplash-Movie-ImagesEl jazz, nunca antes se había escuchado tan imponente, tan cruel, tan cargado de energía y de sensaciones. El jazz nunca antes se había convertido en una lucha a muerte, en un símbolo de redención, en un campo de batalla. En “Whiplash” el jazz es una pelea a muerte en la que solo sobrevivirán los mejores, los elegidos, los que den todo por el todo, no margen de error, no lágrimas ni lamentos solo a fuerza de sudor y mucha sangre. El jazz, de pronto, se convirtió en el camino perfecto, aquel en el que el hombre abandona su humanidad para volverse un dios. La obsesión desmedida hacia el éxito y la perfección.

“There are no two words in the English language more harmful than good job” es la frase que define a Terence Fletcher (J.K Simmons), director musical de jazz del Conservatorio Shaffer, quien será el encargado de poner a prueba qué tanto Andrew Neiman (Miles Teller) desea ser un verdadero baterista de jazz y, sobretodo, qué tanto puede aguantar. Nunca satisfecho, siempre exigiendo más someterá a Andrew Neiman a pruebas inimaginables con la única finalidad de verlo caer en su patética renuncia o verlo elevarse como un verdadero músico.

Detrás de todas las presiones y exigencias de Terence Fletcher hay un mensaje no dicho, diabólicamente tentador para aquel débil narcisista en búsqueda de éxito y reconocimiento y es que “solo el verdadero músico superará cada obstáculo que se le presente, solo el verdadero músico no renunciará”. Andrew tomará ese mensaje al pie de la letra y se inmolará para ser el mejor y para demostrarle a Terence Fletcher que él es uno de los elegidos. ¿Podrá Andrew superar cada una de las pruebas físicas y emocionales de Terence Fletcher?

(…)

La música de “Whiplash” es visceral, es la combinación perfecta de la crueldad y exigencia de Terence Fletcher y la obsesión y pasión de Andrew. Una batalla de egos, cada uno a su estilo, ambos se retarán en la ejecución perfecta de cada canción. Al final y al cabo lo único que une al director musical y a su alumno es la música, su ejecución perfecta del jazz y su consecuente camino hacia la divinidad.

En lo particular me quedo con la canción “Caravan” de la última escena.

httpv://www.youtube.com/watch?v=TS-G4UQTfUo

Les dejo el soundtrack completo de la película.

httpv://www.youtube.com/watch?v=e2lWF8ohXuI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Suburbano Ediciones Contacto

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
WhatsApp
Reddit