
The Lonely Hearts Killers
Lo único que Raymond Fernández prometía era derrotar la eterna soledad. Lo decía con un leve acento español, alargando las vocales, lo que caía perfecto
Lo único que Raymond Fernández prometía era derrotar la eterna soledad. Lo decía con un leve acento español, alargando las vocales, lo que caía perfecto
Lo único que Raymond Fernández prometía era derrotar la eterna soledad. Lo decía con un leve acento español, alargando las vocales, lo que caía perfecto