
Santos Godino, el Petiso Orejudo
De pronto la ciudad de Buenos Aires se quedó sin niños. Las calles y las plazas lucían una desolación que lastimaba. Alguien –“un monstruo”, “un
De pronto la ciudad de Buenos Aires se quedó sin niños. Las calles y las plazas lucían una desolación que lastimaba. Alguien –“un monstruo”, “un
De pronto la ciudad de Buenos Aires se quedó sin niños. Las calles y las plazas lucían una desolación que lastimaba. Alguien –“un monstruo”, “un