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Kati llevaba una hora y media en aquella oficina del Servicio de Inmigración de Estados Unidos cuando, por fin, la llamaron. Estaba nerviosa. Había recibido
Kati llevaba una hora y media en aquella oficina del Servicio de Inmigración de Estados Unidos cuando, por fin, la llamaron. Estaba nerviosa. Había recibido
Kati llevaba una hora y media en aquella oficina del Servicio de Inmigración de Estados Unidos cuando, por fin, la llamaron. Estaba nerviosa. Había recibido