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Soy un Cyborg o cómo volverte cuerdo por amor

Soy_un_cyborg-769718644-largeEl director coreano Chan- Wook Park se hizo internacionalmente famoso en el año 2002 gracias al estreno de “Sympathy For Mr. Vengeance”, “Oldboy” (cuyo remake dirigido por Spike Lee se estrenó el año pasado) y “Sympathy For Lady Vengeance” para completar la “Trilogía de la venganza”.

Una de las últimas películas de Chan- Wook Park, “Stoker”(2013), protagonizada por la Alicia de Tim Burton, Mia Wasikowska, el inglés Matthew Goode y la australiana más conocida del cine, Nicole Kidman, consistía en un film de intriga que nos hablaba de las perturbaciones de una adolescente cuya locura se acrecienta con la llegada de su tío a quien hasta ese momento no conocía.

A pesar de ser muy recomendable este largometraje, para mí no tuvo tanto impacto visual ni sentimental como lo tuvo “Soy un cyborg” (I’m A Cyborg, But That’s Ok). Película, que realizó inmediatamente después de terminar la ya mencionada “Trilogía de la venganza”, en el año 2006.

Soy un cyborg es tan particular en el guión y en la puesta en escena que deslumbra en cada fotograma.

A pesar de estar catalogada como una comedia, a mí me parece más un romance que otra cosa. Pero no un romance al uso, si no, de esos que se palpan en el guión, que te hablan entre líneas o a través gestos y pequeños detalles.

O puede, que yo no entienda muy bien el humor coreano y por eso me haya centrado en la historia más íntima de los dos protagonistas: Young- goon, interpretada por la actriz Lim Soo-jung y Park Il- Sun cuyo papel lo encarna el actor Rain.

Young- goon ingresa en un centro psiquiátrico al confesarle a su madre que es un cyborg. La madre, aterrorizada y traumatizada por la experiencia que tuvo con su propia madre (la abuela de Youn-goon), quien creía ser un ratón, lleva a la joven al sanatorio ya que ella no se siente capacitada para cuidar de su hija.

Acompañada por una radio la cual le da instrucciones sobre su funcionamiento y la dentadura postiza de su abuela, Young- goon intentará descubrir el sentido de su existencia.

Un día, llama la atención de Park Il-sun, un chico que roba las habilidades de cada persona a su antojo y que fascinado por la chica intentará convencerla de que vuelva a comer, ya que al creerse un cyborg sólo se alimenta de baterías que lame o que deposita en las yemas de sus dedos.

Si no les parece suficiente atractiva, puede que el problema sea mío, que no sé expresar lo suficiente, la magia que alberga esta película tanto por la fotografía como por el guión. Y créanme cuando les digo que estas es una de las historias de amor más bonitas que he visto.

Y si un loco puede enamorarse y razonar su realidad y simplificar todo por aquella persona a la que ama, quizá Chan- Wook Park nos quiera decir o bien que todo el que se enamora está loco, o bien que, estando loco, te vuelves cuerdo al enamorarte.

Al fin y al cabo la conclusión es que el amor lo cura todo. No me llamen romántica, es que es lo que me transmite este fantástico largometraje que se convirtió, por cierto, en una de mis películas favoritas. Seguramente les pase como a mí y la vean más de dos veces.

Lo mejor: la fotografía y la escena en la que Park-il Sun le coloca un generador de energía en la espalda a Young-goon.

Puntuación: 9 sobre 10

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