Sin máscaras: Pretenders y la vulnerabilidad de Human

Lanzada en 1999 como parte del álbum Viva el Amor!, Human es una pieza atípica dentro del universo de The Pretenders. No tiene la crudeza de sus primeros discos ni la rabia contenida de temas como Precious o Middle of the Road. En su lugar, la canción adopta una cadencia casi soul, con una instrumentación elegante y una producción pulida que enfatiza el peso de la letra. No es un grito de rebelión ni una historia de desamor, sino un reconocimiento de las propias debilidades.

Desde la primera línea, la voz de Chrissie Hynde nos sitúa en ese espacio de fragilidad: «I play a good game, but not as good as you.» La imagen es clara: el disfraz de seguridad se desmorona cuando se enfrenta a alguien que es aún mejor en el arte de fingir. Porque Human trata sobre la máscara que llevamos, sobre la lucha entre lo que mostramos y lo que realmente sentimos. Similar a la doble faceta de hoy entre la vida de mierda que llevamos y las fotos felices de Instagram.

La canción es una confesión, pero no un lamento. Hay algo casi desafiante en la manera en que Hynde admite su humanidad, como si estuviera arrojando la verdad a la cara de quien la escucha: «Yes, I am weak, I fall apart sometimes, I don’t always have control. And what?» (Sí, soy débil, me desmorono a veces, no siempre tengo el control. ¿Y qué?). Es una declaración de vulnerabilidad que, en lugar de debilitar, fortalece.

Musicalmente, Human se aleja del sonido clásico de The Pretenders y adopta una atmósfera más introspectiva. La producción de Stephen Hague (conocido por su trabajo con Pet Shop Boys y New Order) le da un aire sofisticado, con arreglos sutiles que acompañan sin opacar la voz de Hynde. Es una canción que no necesita explosiones ni guitarras feroces para impactar. Su poder está en la interpretación, en la manera en que cada palabra es pronunciada con una mezcla de resignación y orgullo.

Pero Human no es solo sobre el yo individual. En un mundo que exige perfección, que nos empuja a proyectar una imagen inquebrantable, la canción es un recordatorio de que nadie está por encima de sus propias emociones. Nos permite abrazar nuestros errores, aceptar nuestras inseguridades y, sobre todo, reconocer que no siempre tenemos las respuestas. Y quizás ese sea su mayor logro: en una época donde la apariencia lo es todo, Human nos devuelve a lo esencial.

 

 

Suburbano Ediciones Contacto

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
WhatsApp
Reddit