El gran Gustavo Cerati en una de sus canciones más memorables enfatiza como última frase que el “poder decir adiós es crecer” como una señal de esperanza para todos aquellos que nos hemos visto en una relación que no daba para más y decidimos o, en algunos casos decidieron por nosotros, poner punto final sin más vueltas ni retorno alguno. Cerati con esa frase nos recuerda que cada punto de final en las relaciones nos abre un camino de crecimiento personal, que detrás de todo proceso doloroso se abre un “nuevo amanecer”, un recordatorio que nos recalca que no todo está perdido y que aún hay esperanza en el futuro, hay esperanza en ti mismo (a) aún después de este punto final que duele pero que es necesario.
Pero ¿qué pasa cuando ese punto final no ocurre? ¿Qué pasa cuando ese punto final lo vas aplazando cada día porque te mueres de miedo, de pena, de desesperación? ¿Qué pasa cuando la única esperanza que concibes es justamente estando con él/ella?.
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La película Ella y Él del director Frank Pérez-Garland, protagonizada por Giovanni Ciccia y Vanessa Saba, desarrolla el diario y natural devenir de una relación amorosa que puede ser la tuya, la mía o la de cualquier mortal que comienza una relación pero que no se percata que lleva consigo toda su historia, sus temores, sus traumas y miedos. Cada uno de los protagonistas tiene su historia y está perfectamente representada a través de los silencios o las crisis que se ven en la película que develan la personalidad de ambos y también sus distintas formas de amar.
La película me atrapa por la naturalidad de sus diálogos, la intimidad que se ve en ambos protagonistas y en los silencios o espacios muertos que dicen mucho de la relación y de sus batallas personales. Me hizo acordar a las películas de Sofía Coppola con sus pocos diálogos o con diálogos cotidianos que no te dicen mucho pero que a la vez te dicen bastante.
En Ella y Él, ambos terminan conociendo su lado más amargo, la peor versión de sí mismos, ese lado oscuro que era capaz de, a largo plazo, llevarlos al abismo o a una vida miserable y llena de vacíos. Sin embargo, y creo que eso nos preguntamos nosotros cuando queremos dar razones para no terminar con alguien, ¿Quién otro podría conocerlos mejor? ¿Quién otro podría atreverse a conocerlos tal y como eran, con sus traumas y sus historias?.
Ella y Él es, tal vez, la imagen perfecta de una relación tan imperfecta como humana y por esa razón es tan cercana a cualquiera que ha estado en una relación y que ha compartido con el otro sus temas de vida pendientes, esas historias oscuras que nos quitan la calma y la salud mental. El apego tan humano y usual es válido cuando los miedos y la debilidad te acompañan en tu día a día. Cuando realmente la única esperanza que ves en el futuro es estando con él/ella.
El soundtrack, por su parte, habla por sí solo. La película está ejemplificada por la canción “No me imagino” original del grupo “Los Secretos”, esta vez cantada por Vanessa Saba en una versión acústica y mucho más lenta que la hace más sentida. Es como si Ella estuviera cantándole a Él y diciéndole bajito y quizás entre lágrimas “No me imagino cómo podré estar sin ti”.
httpv://www.youtube.com/watch?v=DQYnjeGWFkE
No he conseguido más canciones del soundtrack en Youtube sin embargo les paso un link en soundcloud en el que podrán escuchar tres canciones.
httpv://soundcloud.com/mar-de-copas
¿Y qué paso con lo que nos decía Cerati en su canción?, sí, efectivamente, “el decir adiós es crecer” sin embargo el trayecto para pronunciar esa palabra es muy doloroso y a veces imposible.