#NiLocasNiSolas: escritura, rebeldía y comunidad en español desde Estados Unidos

En un país donde escribir en español sigue siendo un acto político, la antología #NiLocasNiSolas. Narrativa escrita por mujeres en Estados Unidos se impone como una declaración de existencia, resistencia y hermandad. Las editoras Naida Saavedra, Maya Piña y María Mínguez Arias reflexionan sobre el proceso de creación de una obra colectiva que reúne a 35 escritoras que, desde trayectorias y estilos diversos, comparten un mismo gesto: escribir desde el margen sin perder la voz.

Esta conversación recorre los criterios que guiaron la selección de textos, la experiencia de escribir en español como una forma de rebeldía íntima y política, los desafíos de articular una constelación narrativa heterogénea, y los pasos urgentes para fortalecer y visibilizar el movimiento del New Latino Boom. Saavedra, Piña y Mínguez Arias nos hablan con honestidad y firmeza sobre los miedos, las conquistas y las alianzas necesarias para construir una literatura que no pide permiso, sino espacio. Una literatura que, desde la diferencia, reclama pertenencia. Aquí, la palabra escrita se convierte en hogar y en bandera, y la antología, en refugio y plataforma para nuevas generaciones.

 ¿Qué criterios guiaron la selección de los textos incluidos en la antología? Más allá de la calidad literaria, ¿qué buscaban que transmitiera cada cuento dentro del cuerpo colectivo del libro?

El proceso de selección de textos para #NiLocasNiSolas fue largo pero nunca tedioso, aunque llegara a coincidir con lo más duro de la pandemia, lo cual dificultó bastante nuestro trabajo. Recibimos casi un centenar de propuestas y, aunque nos hubiera encantado incluirlas todas, había que limitar el espacio. Terminamos la labor escogiendo 35 textos narrativos, entre cuentos y fragmentos de novela, que procuraran, en conjunto, demostrar la variedad de temas y técnicas encontradas dentro de la literatura en español escrita por mujeres en Estados Unidos. Además de la calidad en términos de escritura y destreza con el idioma, nos interesaba incluir a escritoras de diferentes trayectorias, tanto nóveles como experimentadas. También era importante que cada cuento o capítulo de novela transmitiera la voz propia de la autora y, al mismo tiempo, se conectara con los demás al establecer un lazo de hermandad. Si una antología se convierte en un muestrario, queríamos que #NiLocasNiSolas mostrara la voz particular de las 35 autoras seleccionadas.

La antología parte del acto de escribir en español en Estados Unidos como un gesto de rebeldía. ¿Cómo han vivido ustedes esa rebeldía en sus propias trayectorias como escritoras, editoras y lectoras?

En este año, 2025, no es secreto para nadie que enfrentamos un discurso que nos ataca por muchas razones, siendo la principal y la más elemental el hecho de que nuestras raíces originales fueron plantadas en otro país, un lugar donde se habla otra lengua. Es precisamente esa lengua la que nos une y la que nos ha permitido enraizarnos en esta tierra a la que llamamos casa, hogar, refugio. Cuando el uso del idioma que ha significado nuestro abrigo por tantos años es visto como una amenaza, las bases de dicho refugio pueden desmoronarse.

Lo personal y lo íntimo se transfiere a las letras, a las palabras que escribimos, las cuales, aunque se encuentran bajo un ataque permanente por parte del poder oficial, siempre se manifiestan en español. No se ha disipado la necesidad de escribir en español ni el reto que ello significa. Por otro lado, en este preciso momento hay que añadir el miedo que puede invadirnos por el hecho de ser portadoras de una identidad “foránea”, de un color de piel “extranjero” o de una orientación sexual o identidad de género “invertida”. El temor de perder el derecho de ocupar un espacio en Estados Unidos nos preocupa y puede llegar a silenciarnos. Nuestros cuerpos son objetos de canje; no obstante, en medio de las transacciones seguimos con pie de lucha y escribiendo en voz alta.

En nuestro caso particular, tenemos las herramientas que nuestra trayectoria de lectoras, escritoras y editoras nos ha brindado. Las décadas en las que hemos recorrido el camino literario en español en Estados Unidos nos brindan la oportunidad de seguir plasmando nuestras historias en papel, seguir editando el trabajo de nuestras compañeras, continuar leyendo y compartiendo la obra de todas. Quizás la rebeldía se ha transformado en nuestra razón de ser.

El libro reúne voces con trayectorias y estilos muy distintos. ¿Qué desafíos enfrentaron al armar una constelación narrativa tan heterogénea y cómo lograron darle una coherencia editorial?

El mayor desafío al final se convirtió en la mayor satisfacción. Cuando lanzamos la convocatoria para la antología, lo hicimos inspiradas por la frase que dijo María al descubrir que no era la única mujer empecinada en escribir ficción en español en Estados Unidos. Al decir públicamente y a viva voz “no estoy ni loca ni sola”, Maya Piña vislumbró el sentido y la necesidad de publicar un volumen en el que efectivamente se demostrara eso: que no estamos solas, que somos muchas mujeres escribiendo en español en este país, y que no estamos locas, que escribir en español vale la pena.

El desafío fue precisamente delimitar la longitud del volumen y, al mismo tiempo, ese reto nos llenó de alegría, puesto que confirmó nuestra premisa: no estamos escribiendo en soledad.

En los prólogos, hablan del deseo de crear genealogía y comunidad. ¿Qué respuestas han recibido de lectoras y escritoras desde la publicación de la antología? ¿Se ha ido tejiendo esa red?

El hecho de haber publicado la antología constituye la fundación de una comunidad. Para que las comunidades vivan, necesitan un espacio. #NiLocasNiSolas se convirtió en uno para este grupo de autoras y para muchas más que han llegado, que nos han contactado, que han escrito reseñas. Asimismo, la antología establece un puente para que las lectoras se conecten con las voces que bien podrían ser las de ellas mismas. Cada lectora va a encontrar una conexión directa con al menos uno de los textos reunidos en este volumen. Cada lectora va a escucharse a sí misma o va a oír las palabras de su hermana, de su madre, de una amiga.

¿Cómo imaginan el futuro del New Latino Boom? ¿Qué pasos creen que son urgentes para que esta literatura gane mayor visibilidad, circulación y presencia institucional sin perder su fuerza desde los márgenes?

Este cuestionamiento está directamente relacionado con la segunda pregunta de esta entrevista. El New Latino Boom, como movimiento, se ha establecido y posicionado. Estamos en 2025 y la primera antología de narrativa en español de este siglo data del año 2000. Veinticinco años son suficientes para que un movimiento demuestre que realmente lo es. Ahora nos encontramos frente a la transformación de dicho movimiento en una tradición: aquella de la literatura en español propia de Estados Unidos del siglo XXI.

El futuro del New Latino Boom es claro: no va a parar. Los autores van a seguir escribiendo, las editoriales independientes van a seguir publicando, a pesar de los retos, a pesar de los ataques. Ahora bien, la urgencia se encuentra en lograr el crecimiento de la circulación de los textos. Ya se empieza a observar una mayor presencia del New Latino Boom en discusiones de conferencias académicas, en volúmenes críticos y en paneles y presentaciones fuera de las ferias de libros.

Sin embargo, es urgente que se lleven a cabo más conversatorios, que las bibliotecas públicas den una mirada a las obras y que se abran espacios para los autores en sus lugares de residencia. El contacto entre autores y lectores de su comunidad es crucial para que esta literatura gane mayor visibilidad. Debemos encontrar la manera de ocupar espacios dentro del ecosistema literario anglo, de crear más alianzas. No se puede negar que nos esperan tiempos difíciles. Estas alianzas son más importantes que nunca.

Pero vamos por el buen camino: en 2019 convocamos el primer panel sobre escritura en español de Estados Unidos para la conferencia anual de la Association of Writers and Writing Programs. Seis años más tarde llegamos al Primer Congreso de Escritura Creativa organizado por la University of Houston, que tendrá lugar el próximo mes de octubre. Entre medias hemos vivido la consolidación de las ferias del libro de Chicago, Nueva York, San Antonio, Los Ángeles o Indiana; el primer Festival Literario en Español LGBTQ+ organizado por el Instituto Cervantes de Los Ángeles; el surgimiento de nuevas editoriales, clubes del libro en español, pequeñas tiendas online y podcasts especializados en nuestra literatura; la primera residencia de escritura; premios literarios como los convocados por Literal y por el conglomerado internacional de pequeñas editoriales como en el caso del premio Las Yubartas, lo que por cierto dice mucho del gran esfuerzo que todos estos agentes están haciendo para mirar también hacia fuera, para ser puente entre la producción literaria de aquí y los lectores del resto del continente americano y Europa.

La respuesta, por lo tanto, está en las alianzas.

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