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MILITIA AMORIS

Por Luis Miguel Cangalaya Sevillano

“Militiae species amor est discedite, segnes:

Non sunt haec timidis signa tuenda viris.

Nox et hiems longaeque viae saevique dolores

                                              Mollibus his castris et labor omnis inest”.

Ovidio. El arte de amar.

 by Edmund Blair Leighton

Imaginémonos en la Edad Media o en el Renacimiento, o incluso muchos siglos antes o después. Imaginemos un amante que tiene que librar una dura batalla para conquistar el amor de su amada. Imaginemos la prestancia del amante en estar pendiente siempre que la amada así lo requiera – aunque en esto tengo mis dudas –, y defenderla y protegerla y guardarle religiosa veneración.

El Militia amoris es un tópico tratado con frecuencia en la literatura erótica, y su presencia se remonta desde los clásicos latinos. Se basa, principalmente, en concebir el amor y todas sus vicisitudes como una empresa bélica. La analogía amante-soldado queda expuesta en la relación amor-guerra, aunque esta última pareciera una antítesis de mal gusto.

Dice Ovidio en El arte de amar que el amor es una especie de milicia. La traducción del epígrafe inicial del autor latino en este artículo sería más o menos la siguiente:

“El amor es una especie de milicia. ¡Apártense los que son flojos! Estas enseñanzas no deben ser defendidas por gentes pusilánimes. Noches, borrascas, largos caminos, crueles dolores y toda clase de trabajos entran en este campamento del placer”.

Aquellos hombres que aman, asemejan su vida a la de un soldado. O, mejor aún, su vida es la de un soldado, quiéranlo o no. Se requiere valentía. Ese arrojo sería una muestra más del amor que profesa, su cauce, su meta. Los cobardes quedan exentos de conseguir esto. Ni siquiera pueden aspirar a intentarlo. Es una lucha ardua, solo apta para los elegidos que decidan enrumbarse en tan perturbadora empresa.

En literatura estos tópicos clásicos se hacen recurrentes consciente o inconscientemente. Muchas veces es producto de lecturas previas que almacenamos en nuestra azotea literaria. Otras, la literatura fluye a manera de la conocida escritura automática de los aquellos vanguardistas alineados – no alienados – en la experimentación del lenguaje. Un ejemplo más: Leopoldo Alas Clarín anota lo siguiente en La Regenta, su obra cumbre:

“Supongamos que Ana consentía en hablar con don Álvaro a solas. ¿Dónde podía ser? ¿En casa del Regente? Imposible, pensaba el seductor; esto ya sería una traición formal, de las que asustan más a las mujeres; semejantes enredos no podía admitirlos la Regenta, por lo menos al principio. La casa de Paco era un terreno neutral; el lugar más a propósito para comenzar en regla un asedio y esperar los acontecimientos. Don Álvaro lo sabía por larga experiencia. En casa de Vegallana había ganado sus más heroicas victorias de amor”.

En los sucesos cotidianos, el Militia amoris puede expresarse en la lucha de los amantes. Para ser precisos, del amante más que de la amante: esta es una apreciación personal, muy discutida y vapuleada, por cierto. Pero del amor como concepto universal no ha sido menester tratar en este artículo. Me permitiré tomar la idea del amor de Nietzche como un desbordamiento hacia algo ilimitado. Cuando amamos juntamos todas las mejores propiedades de las cosas – casi la “perfección” – que consideramos en el mundo, y como estas propiedades son similares con las del objeto en cuestión, es considerado como esa cosa maravillosa, ese algo perfecto. El amor como una milicia no debe escapar a esa sentencia.

 

ANEXO:

OTROS TÓPICOS CLÁSICOS RELACIONADOS AL MILITIA AMORIS.

FOEDUS AMORIS: Considera que los enamorados tienen un pacto – foedus – de mutua fidelidad, cuyos garantes deben ser los dioses. El incumplimiento de este tratado – foedus amoris violatum – tendría que acarrear graves males al infractor.

FUROR AMORIS: Expresa la concepción del amor como una locura, como una enfermedad mental que niega todo poder a la razón.

IGNIS AMORIS: Es uno de los tópicos más recurrentes en la literatura erótica, también conocido como flamma amoris. Considera el amor como un fuego interior, desborde de pasión.

PRAECEPTOR AMORIS: Está representado en aquellos textos en que los poetas quieren mostrarse como maestros en el arte de amar, consejeros para quienes quieran triunfar.

RELIGIO AMORIS: Considera a la amada como un ser superior, de belleza y perfección propios de un ser divino. Se la iguala con los ángeles o con el propio Dios; el amante acaba convirtiéndose a su particular religión de amor.

REMEDIA AMORIS: Expresa los más variados consejos y hasta recetas médicas. Considera que la enfermedad del amor tiene sus remedios.

VULNUS AMORIS: También conocido como dulce herida. Consiste en considerar el amor como una herida, como una huella que nos marca, que nos estigmatiza.

 

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