LA PREGUNTA
De que me hallo junto a la cáscara rota
en medio de la metamorfosis
donde todos llegan
sobre la distancia crezco lo necesario
anudo ramitas pacientemente
y el viento trae algunas voces
dónde estoy sin banco, sin luz
sin páramo
al borde del cráter
ladera azul cántaro el cráter
por qué amo el fuego de los ríos helados
el olor a bestia oscura fiera
el paso lento de los guardias dejándome entrar
como digna
no hay nada que sea verdad
en el camino más largo los frutos maduran
se van perdiendo
la miseria es un león dormido
bajo el poco hilo que queda
pero yo sigo la forma del álamo
quiebro las hojas donde voy
desconocida y lejana
entre explosiones es o no voluntad
la culpa, un eslabón, lenguaje vacío
ellos no me devolverán
los vidrios que me faltan
y hace ya tiempo médula
lo peor de mi puede ser abrumador
como digna ¿Quién queda?
pese a la oscuridad
sin heridas llamativas
creo un espacio
para los que pasean como yo
posados como pájaros
sobre las estatuas
en un día triste
en un tablado blanco donde mi madre
estableció la vida
reducida ahora a simples observaciones
porque no tengo nada que decir sobre mí misma
y mis manos y la noche no se han caído aún
la verdad la digo al fin sin tachas
hasta que la reconozcan
soy yo quien espera en la sombra
lo admito,
la espera es un esfuerzo colectivo
el hombre se atreve a estar solo
imita a Cristo
por la seguridad, la reputación y el poder
entre libros con una espada en la mano
un poema es una manera larga y terrible
de afirmar el poeta es un espía de dios
en todos los poemas del mundo
hay alguien como yo esperando
con un pie levantado igual
en la salida tan esperada.