1.
Cuando quiero estar triste
veo militares regresar a casa.
Se termina la abducción
de los papiros y su falsa justicia
veo soldados de tres rostros
Su uniforme limpio, algún evento
escolar, sin tierra,
los añicos de algún picnic
devorado por la brecha digital
la carta lagrimeante que pudo ser quemada
dividida, torturada por su color blanco
y la falta de palabra.
La derrota está en los nudillos
reproducciones de morning shows
de jóvenes con suerte, que buscan el amor en patines
una malteada bajo el acero
o
la suerte de regresar a una ducha.
2.
En el jardín de niños
cualquier objeto era una pistola
tantas veces asesiné
y reviví con pasteles de lodo hurtado
bajo la manguera, lágrimas de conserje
que perdía sus plantas,
camuflaje
para no tomar la mano de mamá
cuando se abría el portón
y mi suéter sucio
llegaba a la guardería
con sangre invisible
la prisión, a veces
es una siesta obligada
en techo ajeno.
3.
la palabra afeitar,
está en todos los guiones de cine
vi tantas películas bélicas,
que pude poner una bala en mi cráneo
sin morir.
Empecé a vivir pecho-tierra
la maleza era un sonido de tarola
descuadrada,
leía la caja de cereal
dos veces, antes de dormir.
Nadie rescataba a Ryan,
La línea roja era gorda, un pelotón
de halcones negros y chaquetas metálicas tocaron mi ventana.
4.
las bases militares están abandonadas
pero no vacías.
Chinches en las consolas que modernizan el degollamiento
y la morfina.
prendas mojadas para correr
tras las ardillas o asistir a un concierto
lleno de adultos con problemas renales,
cortocircuitos con una hoz
en las espigas pasionales
de una gárgola
la guarida del francotirador
que algún día
fue un gusano.
5.
He aquí que alzo la voz, aquí que se me caen los dientes, el estómago en mis manos por el perdón de arrebatar, la melodía de un ballet europeo que pintamos con colores de palo, en un mapa reciclado, porque el domingo se juega al futbol, no se estudia.
El paredón y la venda en una trinchera de clima agrio, los relojes parados, bolsillos tramposos que nunca fueron medallas, capuchas, botas.
He aquí que los morteros salen de las bocas como chicles sin sabor y la lengua tiembla, difumina a tu enemigo y su olor a humedad.
Anterior, lo que escucha ya fue, un entrenamiento solo para los perros, ansiosamente viviendo en fuego, disecados.
He aquí que me tiro bajo el árbol y solo veo una pierna
y la prótesis.
6.
Caronte moja sus monedas
se chupa el dedo para dar vuelta a la hoja
Caronte renta una panga mojado se gana la vida
Caronte es una canción que dice:
el corcel de Napoleón nunca tuvo color,
las ruinas de Hiroshima se guardaron en una capsula
para enaltecer las hormigas toxicas
las tripas de los héroes, se degustan con tortillas
de harina.
Caronte no sabe de guerra,
no tiene patio,
solo juega al Call of duty.
7.
Cuando quiero estar feliz
veo militares partir de casa
su andar poroso y trastornado
por dejar sus ahorros bajo el colchón
la plaga de insectos, puertas sin reparaciones
y la melancolía de un hombre común,
que se venderá en partes separadas.
Servir a tu país, morir por tu nación.
hacer barquitos de papel con los que tienen el pie
plano, marchar silbando, recogiendo guayabas.
Las granadas solo exprimen los cachetes,
todos hemos de pelear, las granadas manchan la ropa
como aquel que mata a un infante en su propio territorio.
Cuando evoco a los submarinos, misiles, tanques
izo el último beso de mi padre
antes de enlistarse al cristal,
en las pantuflas que se percudieron
esperando su regreso
subfusiles de lectura en eucalipto
y
todo el amor de la abuela
que yace en el petróleo.
La adolescencia solo fue la suerte de no nacer en medio oriente,
aunque aquí se sientan, abatidos, sin regar
la guerra es un intento torpe de jardín.
un jardín de niños, sin veteranos.
Carlos Loya es originario de Ensenada, Baja California. Egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California. En 2018 fue el ganador de la primera bienal de artes literarias Gloria Ortiz Domínguez y del primer concurso de cuento Heberto Peterson Legrand. Ha sido colaborador en revistas digitales como El septentrión, 4Vientos, Verminautas y Región Transparente.