Instante

De pie

sobre el manantial de sal

que pasa

y pasa,

bajo este cielo sin conciencia:

 

¿Cómo sostener la variedad

del movimiento? ¿Cómo recorrer

el ciclo del tentáculo?

 

Este tiempo no está en ningún lado,

no es sino

en mi porción del palpitar,

en las lenguas del fuego

lamiendo las gargantas del segundo,

en la fruta caída del árbol

abierta al picoteo

(tic tac continuo). Lo que sigue

 

es otra sucesión de brevedades

amenazando el sitio de una imagen

 

Nada puede fiarse a la memoria:

nos realiza recortados en instantes

nunca como el fruto cayendo

que somos.

 

 

Elías David

Sostuvo en esta revista, hace tiempo, la columna de poemas Saudade que ahora retoma, ya sin saudade. Ha impartido en su ciudad natal talleres de creación literaria donde ha aprendido mucho. Textos suyos han aparecido en antologías regionales de su país y de Miami. Fue profesor de secundaria. Ahora sólo lee y escribe, o sea, no hace nada.

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