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Féminas y algo más

Hoy es ocho de marzo, estoy frente a un libro de cuentos escritos por mujeres, veinte voces que se dan a la tarea de buscarle tres pies al gato, sabiendo que tiene cinco. Se trata de escribir desde la libertad, puede ser con un vaso de vino blanco sobre un vestido azul, o la prótesis del ojo de una mujer migrante, que me recuerda el episodio de las Grayas en la historia de Perseo, o una botella dorada para contener las cenizas de un homeless perdido. El subtítulo del mencionado libro es: “Antología de infidelidades y mentiras contadas por mujeres” y así, el conjunto de los cuentos nos lleva de la mano por un dédalo de situaciones que van desde la complicidad de un grupo de amigas para desalentar el acoso, hasta la infidelidad consentida de un hombre mayor hacia su joven pareja. Escribo una reseña de este libro, Féminas, a sabiendas de que mi visión, masculina, no es suficiente para entender la hondura y el misterio de la visión femenina: ¿la mentira es en realidad mentira o es una forma de rebelarse frente a una cultura patriarcal que las oprime? En el caso de la mujer ¿la infidelidad sufrida es la misma que la infidelidad ejercida? Creo que no, puede ser, esta última, un acto más bien para asumir ella misma el poder sobre su cuerpo y un intento por abandonar la tradicional posición de objeto a la que culturalmente son sometidas.

Aclaro entonces que cualquier cosa que yo diga está viciada de origen, soy hombre y sólo una mujer puede entender, a cabalidad, la propuesta de una mujer. Sin embargo, me arriesgo, no por ser feminista, no lo soy, no puedo serlo, pero sí un profundo admirador de la nueva visión de las mujeres y de sus luchas, vigorosas y necesarias, por derrumbar una cultura que las maltrata y somete. Debo decir que las autoras del libro, todas, no caen en la fácil propuesta del panfleto, ni en la trillada protesta de todos los hombres son iguales, no, ellas simplemente exponen hechos, muestran posibilidades, denuncian fallas y prejuicios a través de sus cuentos.

Al concluir la lectura me doy cuenta de que el libro no tiene unidad, los textos son variados y su temática es múltiple, pero, me parece que esa unidad buscada es innecesaria, cada una de las autoras se deja llevar por su propia impresión acerca de la realidad y eso enriquece el libro, lo hace ameno y de fácil lectura. Aquí encontramos cuentos de largo aliento como “Cul de sac“ y una interesante colección de minificciones que lleva por título “Azul” que es un cuento en ocho capítulos breves. En el libro podemos entender la maternidad desde la metáfora de la leche y un par de lunas rojas o la historia de un amor que se transforma en un callejón sin salida, también del interés, la precariedad y el abandono, la soledad, el suicidio.

Féminas es un libro donde veinte voces de mujer conforman un caleidoscopio para recrear al mundo y transformarlo en una posibilidad de crecimiento y paz, en una denuncia de las trampas del poder, para buscar nuevos caminos, otras formas de ver y construir una realidad que permita la justicia, la equidad y la libertad. Féminas es un libro que debemos leer para rehacer nuestra visión del mundo y para encontrar la cura a nuestras concepciones erróneas de la relación entre los individuos, especialmente de nuestra relación con la mujer, es un libro para romper cadenas y percepciones añejas del la cultura antropocentrada. El asunto es complejo, existen demasiadas zonas obscuras en la cultura occidental, en el pensamiento único, que deben ser iluminadas con todo lo que a la mano se tenga y con libros como Féminas, cuya lectura será esclarecedora y placentera.

 

Norberto de la Torre

San Luis Potosí, S. L. P. 14 de marzo de 2021

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