1
vivíamos en la ladera de la montaña
veíamos el río quebrase a cada hora del día
nuestras palabras eran dulces y simples
mientras fregábamos el adobe cálido de las paredes
mientras cocinábamos hierbas frescas y dibujábamos elefantes
en los trenes de humo
la vida era fácil
al pie del hogar cada mañana nos dejaban botellas de leche
¿recuerdas el silencio de los arbustos de ají a mediodía?
¿recuerdas cómo nos abandonábamos bajo el desmedro de las sombras?
¿recuerdas nuestros pensamientos como piedra sin fondo?
un día sin embargo se nos ocurrió buscar pepitas de oro en el lecho del río
y tus débiles piernas no soportaron el despelote de las aguas
tu cuerpo de libélula se desmenuzó como puñado de arena contra los peñascos
desde aquel entonces mis días se volvieron pardos
y en mi mochila llevo siempre esta misma canción
villancico monosílabo
para vilipendiar la mañosidad del vado traicionero
cancioncilla pestilente que se repite como clavo oxidado
retahíla de memorias obsesivas que te invocan
pero sin rostro
pero sin ropa
pero sin piel de pluma
pero sin boca
voladora
pero sin codos
pero sin orejas
pero sin ceño fruncido
pero sin ternura en las cejas
te extraño desventurada
mochila pesa al salir de casa
lanzo guijarros al río como quien no quiere
busco versos nuevos
olita bella que circunde el claro
en la mañana de sol tiznado
busco montuno lomo alambrado
planeta que no me estima
máscara doliente busco
para el desamor
sonríe barniz de los años mozos
granito de arroz donde escribir rimas
para mi canción de estalactita
para mi canción fraudulenta
2
en el hechizo de un sueño te conocí chapoteando charcos en la esquina
yo andaba horadando los arenales del alcohol
dientes serruchaban el tarrajeado finito
libreta ostentaba un solo poema
que era un verso
que era una palabra
desnuda
que era una boca abierta
con olor a río
fue escrito cuando las lianas de la noche
traspasaban bestias al corazón
los buenos deseos se perdían en el follaje
naipes nos arrojaban antiguos augurios
sin advertir nuestra carne rancia de ciudadanos
nuestro aliento vivo que se cae como fruta en cemento
lo empapados en gluten cebo lodo perfume barato
cuan lucido es el capote del príncipe cuando anuncia la primavera
sin advertir nuestro peso que desborda esta seda que nos hace
no te lo puedes creer como se rompen las costuras príncipe
como se hace pedazos la silla del sentimiento cuando nos sentamos
y en eso estamos de acuerdo
la necesidad de correr
de no detenerse por la limonada
la meditación en la pérgola o fuente
chapoteando te vi y nos dimos la mano mientras nos jaloneaban el hombro
nos pedían papeles fotos prueba de la estirpe
si me gusta la voz aterciopelada del príncipe destino
cuando se encarama en el basalto y participa la hora
la hora nunca la hora falta la pesadumbre transfigurada los pómulos enrojecidos
y no sabe que las sillas se rompen príncipe
que no podemos más con estas ropas de seda que se desgarran
légamo que cuela nuestra vaga visión de las calles
que no tenemos cuerpo sino campanas
que se nos hace difícil persistir mientras usted comanda caretillas
ansiedad de obreros testarudez de capataz
usted comanda y le rogamos se detenga príncipe pues mi novia chapotea charcos
y es de noche y muerdo el cerco para no caerme o quizás para caerme y respirar
porque se nos hace imposible
porque nos queremos y los grillos están hechos de papel
desde el alto vozarrón de la tierra
nuestro príncipe anuncia detalles finísimos de la primavera
hoteles lujosos del misterio
porvenir ataviado de un capote que ya quisiésemos tener
para protegernos de la resolana que tuesta los ojos por dentro
3
el verano se irá antes de mayo han predicho
es decir antes que puedas recoger tus cosas e irte
porque la aventura que venías planeando ya pesa en la memoria
como un podría haber sido que se fue antes de ser que se esfumó
hojarasca achicharrada eso es ceniza cigarro rápido en dedos crispados
tumbadora que aprieta intestinos mientras se va
el verano se va
se lleva la canción que soñaste y portas arena en los ojos
raspa la ternura de abrigar unos rostros contigo
tus cosas listas para salir hacia la dicha olas malecón amores
ya pesa en el olvido la memoria te jode cuando quieres correr
pero las gaviotas saben más idiomas que los espejos
aunque saltes e intentes fijar la cometa el verano se fue
se fue más aun
el final de la historia piensas los codos en la barra
pero ya sabes que esto
como lo otro
se asemeja a nada en especial y las cosas cambian
los veranos se van
las palabras germinan
las canciones se repiten
los cigarros se enervan
la farsa termina