Search
Close this search box.

El amor es una droga difícil de encontrar

LobsterSlider

Ya hablé hace algún tiempo sobre el director Yorgos Lanthimos y su controvertida Canino, la cual era una sátira llevada al extremo sobre la opresión socio-familiar y sobre la mentira.

Con la película The Lobster, que estrenó en el año 2015, Lanthimos también recrea una diatriba sobre la soledad y el empeño del ser humano por no morir solo.

En una sociedad distópica donde los solteros son perseguidos, vive David (Colin Farrell) un recién divorciado acompañado por su hermano, reencarnado en perro, que debe encontrar el amor en un hotel en un plazo máximo de cuarenta y cinco días. De lo contrario morirá y se convertirá en una langosta.

El film, dividido en dos partes, nos habla en la primera sobre el amor forzado y decadente. Sobre la vida en pareja por inercia y por presión social. En la segunda, ambientada en un bosque, Lanthimos parece que da tregua a su escepticismo y le ofrece a David la posibilidad de enamorarse por elección propia.

Lobster Slider

El director griego deforma por un lado el ideal del amor en contraposición con el amor real y verdadero que se acerca a nosotros sin permiso, cuestión que Lanthimos ha conseguido dibujar en las dos partes en las que se divide el film dejando claro que hay dos tipos de amor diametralmente opuestos: el obligado, el exigido, el apremiado; y el inocente, el amor puro, el incondicional.

Un largometraje que trata sobre la supervivencia, las apariencias en sociedad, el egoísmo y el miedo a la soledad en donde los personajes actúan de manera mecánica porque carecen de sentimientos naturales, porque se ven forzados en todo. Una sociedad autómata que tiene que encontrar el amor para no convertirse en animales, lo que les obliga a interpretar el amor como una obligación y no como algo natural que nace solo.

Yorgos Lanthimos nos hace reflexionar una vez más sobre la sociedad y sus directrices, sobre la imposición del amor y lo mal considerado que está permanecer soltero.

Galardonada en el Festival de Sitges con el Premio del Jurado y en los Premios del Cine Europeo al Mejor Vestuario y Mejor Guión, esta película de ciencia ficción nos hace reflexionar sobre qué elección debemos hacer con respecto al amor en nuestra vida: si queremos ser fieles a nosotros mismos o queremos dejarnos llevar por la corriente social y fingir una vida que no nos toca.

Lo mejor: su humor negro

Lo peor: el reflejo sutil que puede existir en nuestra sociedad actual

Puntuación: 7 sobre 10

 

 

 

 

 

 

Relacionadas

Suburbano Ediciones Contacto

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
WhatsApp
Reddit