Yo no leo a Vallejo, yo lo rezo
Juan Mejía Baca.
César Vallejo (Santiago de Chuco, 1892 – París, 1938) no solo es uno de los poetas más importantes del Perú y América. Gracias a su impulso con el vanguardismo fue considerado uno de los principales innovadores de la poesía del siglo XX y ello le permitió ser reconocido a nivel mundial. Sin embargo, su poesía va mucho más allá.
Aquí no hablaremos de su poesía, sino de la poesía que se hizo en torno a él. Muchos escritores en el Perú y el mundo se han sumergido en el universo vallejiano para estudiarlo y conocerlo un poco más. Hoy en día se han divulgado muchos poemas que se han escrito en memoria de Vallejo, de su vida, de su obra. La cantidad escritores, entre poetas y narradores es vasta. Y sobre ello, hay dos autores a los que se le debe prestar cuidadosa atención: Pablo Neruda y Charles Bukowski.
Pablo Neruda le dedica, en realidad, no uno, sino dos poemas a Vallejo; uno más directo que el otro. El primero, incluido en Odas elementales (1954), con el título “Oda a Vallejo”; y, el segundo, en Estravagario (1958), titulado “V”, donde hace una alusión a Vallejo para resaltar el genio después de la muerte del hombre. Sobre el primer poema, Neruda considera a Vallejo dentro de esa doble condición que adquiere el destierro, el del poeta. Como han apuntado varios autores, Vallejo se vuelve para Neruda, la esencia de su raza y de su mundo.
ODA A CÉSAR VALLEJO
A la piedra en tu rostro,
Vallejo,
a las arrugas
de las áridas sierras
yo recuerdo en mi canto,
tu frente
gigantesca
sobre tu cuerpo frágil,
el crepúsculo negro
en tus ojos
recién desencerrados,
días aquéllos,
bruscos,
desiguales,
cada hora tenía
ácidos diferentes
o ternuras
remotas,
las llaves
de la vida
temblaban
en la luz polvorienta
de la calle,
tú volvías
de un viaje
lento, bajo la tierra,
y en la altura
de las cicatrizadas cordilleras
yo golpeaba las puertas,
que se abrieran
los muros,
que se desenrollaran
los caminos,
recién llegado de Valparaíso
me embarcaba en Marsella,
la tierra
se cortaba
como un limón fragante
en frescos hemisferios amarillos,
te quedabas
tú
allí, sujeto
a nada,
con tu vida
y tu muerte,
con tu arena
cayendo,
midiéndote
y vaciándote,
en el aire,
en el humo,
en las callejas rotas
del invierno.
Era en París, vivías
en los descalabrados
hoteles de los pobres.
España
se desangraba.
Acudíamos.
Y luego
te quedaste
otra vez en el humo
y así cuando
ya no fuiste, de pronto,
no fue la tierra
de las cicatrices,
no fue
la piedra andina
la que tuvo tus huesos,
sino el humo,
la escarcha
de París en invierno.
Dos veces desterrado,
hermano mío,
de la tierra y el aire,
de la vida y la muerte,
desterrado
del Perú, de tus ríos,
ausente
de tu arcilla.
No me faltaste en vida,
sino en muerte.
Te busco
gota a gota,
polvo a polvo,
en tu tierra,
amarillo
es tu rostro,
escarpado
es tu rostro,
estás lleno
de viejas pedrerías,
de vasijas
quebradas,
subo
las antiguas
escalinatas,
tal vez
estés perdido,
enredado
entre los hilos de oro,
cubierto
de turquesas,
silencioso,
o tal vez
en tu pueblo,
en tu raza,
grano
de maíz extendido,
semilla
de bandera.
Tal vez, tal vez ahora
transmigres
y regreses,
vienes
al fin
de viaje,
de manera
que un día
te verás en el centro
de tu patria,
insurrecto,
viviente,
cristal de tu cristal, fuego en tu fuego,
rayo de piedra púrpura.
Por su parte, Charles Bukowski, considerado como el último poeta maldito de la literatura norteamericana, también publicó una gran cantidad de poesía. Y fuera de pensar que sus textos solo contengan lo propio de la temática que abunda en su obra, ese realismo sucio que fue su vida propia, también hubo en él un espacio para dedicárselo a Vallejo. El poema titulado precisamente “Vallejo” fue publicado en el libro What Matters Most is How Well You Walk Through the Fire (Lo más importante es saber atravesar el fuego), una obra póstuma del autor. En él, Bukoswki habla de Vallejo y de su poesía, y la considera que está “más allá de nuestro entendimiento”. La calificación final que hace del poeta peruano la resume en una sola palabra: “Imponderable”.
VALLEJO
(versión original)
It is hard to find a man
whose poems do not
finally disappoint you
Vallejo has never disappointed
me in that way.
some say he finally starved to
death
however
his poems about the terror of being
alone
are somehow gentle and
do not
scream
we are all tired of most
art.
Vallejo writes as man
and not as an
artist.
he is beyond
our understanding.
I like to think of Vallejo still
alive
and walking across a
room, I find
the sound of Cesar Vallejo´s
steadfast tread
imponderable.
VALLEJO
(traducción)
Es difícil encontrar un hombre
cuyos poemas no
acaben por decepcionarte.
Vallejo nunca me decepcionó
de esa manera.
algunos dicen que murió
de tanto pasar hambre.
como sea
sus poemas sobre el terror a estar
solo
son en cierto sentido amables y
no
gritan.
estamos cansados de casi todo el
arte.
Vallejo escribe como un hombre
y no como
artista.
está más allá de
nuestro entendimiento.
me gusta pensar que Vallejo sigue
vivo
y caminando por la
habitación, encuentro
el sonido de sus
pasos firmes.
imponderable.