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Diego Gaspar escribe cartas al cielo

Entro a un cuarto con un librero que cubre una de las paredes, en ella se encuentra una mesa con el libro “La Carta del Abuelo”, de Diego Gaspar, que desde la portada llama la atención por la fotografía de un señor con lentes, el paisaje representado, y la tipografía de las cartas que invitan al lector a acercarse. El autor saluda amigable y toma asiento en uno de los sillones para comenzar la entrevista para Suburbano.

Al preguntar sobre el ¿por qué situar su obra en la guerra civil española?, Gaspar explicó:

-La persona de la cual hablo en la novela es mi bisabuelo que fue el último Secretario de Gobernación y director de las fuerzas de seguridad durante la segunda etapa de la república en España, cuando Juan Negrín era presidente, pero la balanza se inclinó a favor del gobierno de Franco, lo que obligó a muchos republicanos en posiciones importantes de gobierno a huir hacia Francia o México.

-Mi bisabuelo se fue a Francia, donde al poco tiempo lo capturan los sistemas de seguridad de Franco en París, posteriormente hicieron un recorrido tocando varios puntos de España hasta  Madrid, donde lo enjuician y antes de su fusilamiento escribió una carta a su familia despidiéndose de ellos, pues era un señor que tuvo importancia en algunas negociaciones políticas, el escrito es un testimonio, una especie de testamento familiar y moral de su doctrina, misma que me daría mi mamá cuando era chavo, tiempo después de grande la leo, me genera curiosidad, la investigo, uno hilos y así creo la novela.

El autor sitúa en la novela a dos hermanos gemelos terminado preparatoria con un profundo acercamiento entre ellos y encuentran un pedazo de la carta de su abuelo (fraccionada en folios para un mayor thriller), que al leerla dicen -oye esto hay que investigarlo más-, llevándolos a hacer una investigación preguntando a familiares e inclusive a la única hija del abuelo en México, embarcándolos a realizar el recorrido que hizo su familiar Julián Zugazagoitia (nombre del personaje histórico real) detenido.

Gaspar señaló que quiere destacar dos reflexiones en “La carta del abuelo”, una el entorno a la afiliación familiar como las raíces a las que uno pertenece y que a veces no sabe que existen y el otro la reconciliación, ya que la propia carta de su bisabuelo se ubica en un momento difícil en la historia de España.

“Los gemelos Julia y Diego se irán reconciliando a través de esta búsqueda de las pistas del abuelo con ellos mismos, además de darse cuenta que encuentran muchas cosas de su vida como seres humanos, como parte de una familia y de algo a lo que ningún ser humano es  ajeno a la afiliación”, anexó el escritor y añadió que esas afecciones que a veces se tienen con la familia, se van reconciliando profundamente al grado de quitarse un peso de encima e ir hacia adelante con una ligereza, siendo esto  el núcleo de su novela.

“En la vida real tengo una hermana gemela y de alguna forma los personajes son como el alter ego de nosotros”, destacó Gaspar sobre los hermanos de la novela y añadió que descubrió que en muchos momentos tiene una forma de comunicarse con su gemela peculiar sin la intermediación de palabras como lo dice el libro y por eso tomo la decisión de añadir a personas cercanas a él  en la novela disfrazados por su labor literaria.

El autor agregó que esta es una novela del sentimiento puro y duro enmarcado en un siglo histórico importante como la Guerra Civil Española, que quebró familias, generó historias y la suya es una más e íntima que tiene muchos vistos universales como los problemas familiares, por eso busca el entramado familiar como la posibilidad para que uno se siga conociendo, pero sobre todo reconciliarse consigo mimo para ser una persona de cualquier edad plena.

Gaspar expresó que el libro está dedicado a su mamá quien le enseña la carta entre los 14 o 15 años y añadió que recuerda una anécdota familiar en la que su madre en muchas navidades leía la carta, se le cortaba la voz y lloraba tantito.

Además ve a su bisabuelo como un tótem familiar, una figura que siempre existió y en sus épocas de juventud no tenía tanta resonancia, pero conforme fue creciendo, entendiendo que es la vida, como transcurre y el peso que toma, la anécdota de su mama y el libro dirigido a ella, lo volvió un coleccionista sentimental, como dice en su novela “todos formamos parte de una estala familiar”.

Por último Gaspar dijo que “La carta del abuelo” representa una colección de sentimientos que busca honrar la memoria de un recuerdo, la de su bisabuelo en un marco e historia sencillas pero muy genuina también.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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